El popular bar y espacio cultural Gramps Wynwood, considerado uno de los pilares de la vida nocturna y artística del distrito, anunció que cerrará sus puertas en la primera semana de enero de 2026, tras 13 años de actividad. La noticia ha generado un fuerte impacto en la comunidad, que lo ve como el fin de una era para Wynwood, barrio que en la última década se transformó en epicentro turístico y cultural de Miami.
Una despedida planificada y voluntaria
El propietario del local, Adam Gersten, informó a través de Instagram que el cierre será bajo sus propios términos y no por presiones externas, en medio de rumores sobre cambios en la dinámica del vecindario.
«Después de 13 años, cientos de bandas, miles de eventos, cientos de miles de correos electrónicos de ida y vuelta, Gramps en Wynwood está cerrando. No vamos a cerrar hoy. No cerraremos mañana. No cerraremos la próxima semana… nuestra última semana de operación será la primera semana de enero de 2026», afirmó Gersten, quien agradeció el apoyo incondicional de clientes, artistas y trabajadores durante más de una década.
La claridad de su mensaje buscó tranquilizar a la comunidad, que en los últimos años ha visto cómo distintos espacios emblemáticos de Wynwood desaparecían por el aumento de los precios y la presión inmobiliaria.
Trece años de historia y diversidad
Desde su inauguración en 2012, Gramps se convirtió en un referente de la vida cultural de Miami. Su propuesta combinó lo mejor de un bar de barrio con un espacio alternativo que acogía expresiones artísticas diversas. Allí convivían conciertos en vivo de bandas locales y nacionales, Drag nights, que dieron visibilidad a la comunidad LGBTQ+, noches de poesía y stand-up comedy, así como eventos sociales y comunitarios, como bingos, pop-ups gastronómicos y fiestas temáticas.
El local se distinguía por su estética singular: murales coloridos, máquinas arcade, patios al aire libre y un ambiente relajado que lo diferenciaba de otros bares del área.
Un símbolo del «viejo Wynwood»
Wynwood, conocido internacionalmente por sus murales y galerías, ha atravesado un proceso de gentrificación acelerado en la última década. En ese contexto, Gramps representó un espacio de resistencia cultural.
En Reddit, un usuario lo describió como “una de las pocas guaridas del viejo Wynwood”, recordando cuando el barrio era más bohemio y menos orientado al turismo masivo. En Instagram, las reacciones fueron inmediatas: “RIP al mejor lugar del mundo”, escribió un cliente, mientras otro lamentó que “ya no queda nada para nosotros en Wynwood”.
Un legado que trasciende
Para preservar la memoria del bar, los administradores invitaron al público a enviar fotos, flyers, afiches y anécdotas al correo 13@gramps.com. Todo este material se recopilará como parte de un homenaje colectivo a más de una década de historia.
Además, ya se encuentran disponibles camisetas conmemorativas y artículos de recuerdo en la página oficial del bar, como una manera de que sus seguidores se lleven un pedazo de su historia.
Lo que sigue para Gramps
Aunque el icónico local de Wynwood se despedirá en enero de 2026, la marca seguirá viva a través de Gramps Getaway, su sucursal en Key Biscayne, un espacio con vistas al mar que mantiene la esencia de hospitalidad y diversión que caracterizó al original.
Un cierre con sabor a nostalgia
El cierre de Gramps Wynwood no solo implica la desaparición de un bar, sino la pérdida de un espacio cultural, comunitario y de resistencia creativa en Miami. Su despedida simboliza también la transformación de Wynwood, que pasó de ser un barrio alternativo y artístico a un destino turístico y de entretenimiento global.
Con la cuenta regresiva en marcha, clientes y artistas se preparan para un emotivo adiós a uno de los lugares más queridos de la ciudad.
En los últimos tiempos Miami atraviesa un periodo de cambios en su panorama gastronómico, marcado por el cierre de varios restaurantes emblemáticos debido al aumento de costos operativos, la saturación del mercado y una temporada de verano particularmente lenta. Entre los más destacados está Harry’s Pizzeria que apagó sus hornos en Coconut Grove y South Beach, mientras que el histórico Caffe Vialetto, en Coral Gables, bajó la persiana en agosto tras 26 años de servicio.
Otros cierres recientes incluyen EntreNos, Finnegan’s Road en Lincoln Road, La Mar en Brickell Key, Le Zoo en Bal Harbour y el Malanga Cuban Café, popularizado por la cantante Camila Cabello. Además, el premiado Itamae AO, con estrella Michelin, cerró su local y busca reubicación, al igual que el vecino Maty’s.
La lista se amplía con locales como Ms. Cheezious, Fiola, J28 Sandwich Bar y Red Farm, que cerraron o pausaron operaciones. A ellos se suma el icónico Sardinia en Miami Beach, que se despidió tras casi dos décadas.
Según expertos, el encarecimiento de rentas, alimentos y seguros, unido a una menor afluencia de clientes en verano y la fuerte competencia, está forzando a muchos negocios a tomar decisiones drásticas. Aun así, la ciudad continúa siendo un epicentro gastronómico, con nuevas aperturas en camino que buscan adaptarse a un mercado cada vez más exigente.