El secretario de Estado de EE.UU, Marco Rubio presentó una nueva y agresiva política de restricciones migratorias que endurece los criterios para la emisión y mantenimiento de visas a extranjeros vinculados con actividades que considera perjudiciales para los intereses de Estados Unidos. La propuesta abarca una gama amplia de objetivos, desde la lucha contra el narcotráfico y la censura, hasta la vigilancia de estudiantes internacionales y sanciones a gobiernos que colaboran con el régimen cubano.
“Utilizaremos todas las herramientas necesarias para disuadir y desmantelar el flujo de fentanilo y otras drogas mortales que ingresan a nuestro país”, dijo en su cuenta de X haciendo mención a la necesidad de aplicar con más rigor la orden ejecutiva 14059.
Golpe al narcotráfico transnacional y sus redes financieras
Uno de los pilares fundamentales de la iniciativa es la ampliación de los criterios para negar o revocar visas a personas vinculadas con el narcotráfico. En particular, Rubio apuntó contra quienes están relacionados, directa o indirectamente, con el tráfico de fentanilo y otras sustancias ilícitas que han alimentado la crisis de salud pública en EE.UU.
La política se ampara en la Orden Ejecutiva 14059, firmada en 2021, la cual permite sancionar a personas y redes involucradas en la cadena de producción y distribución de opioides sintéticos. Según el nuevo enfoque, no solo se perseguirá a los narcotraficantes, sino también a sus familiares, socios de negocios y colaboradores, en un intento de “golpear el sistema financiero de estas organizaciones desde todos los ángulos”.
Defensa de la libertad de expresión de ciudadanos estadounidenses
Otra de las facetas destacadas de la nueva política tiene que ver con la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos estadounidenses. En este sentido, Rubio advirtió que aquellos individuos, incluidos funcionarios extranjeros, que participen en campañas de censura, acoso digital o vigilancia contra ciudadanos de EE.UU., no deberían tener acceso a visas ni a los beneficios de ingresar al país.
“Quien contribuya a silenciar a los estadounidenses desde el extranjero no debe tener el privilegio de visitar Estados Unidos”, dijo el senador. Esta línea se orienta particularmente a actores extranjeros que usan herramientas tecnológicas o presión política para restringir la libertad de prensa o de expresión más allá de sus fronteras.
Restricciones a funcionarios de países que colaboran con las misiones médicas cubanas
Rubio también apuntó contra los funcionarios de gobiernos latinoamericanos, en particular de Centroamérica, que colaboran con las misiones médicas cubanas. Estas misiones han sido objeto de denuncias internacionales por presunto trabajo forzoso y explotación laboral, al tiempo que representan una fuente clave de ingresos para el gobierno cubano.
De acuerdo con la nueva política, estos funcionarios podrían ver sus visas revocadas o negadas por su rol en lo que Rubio describió como un sistema de “esclavitud moderna bajo apariencia humanitaria”.
Fuerte escrutinio a estudiantes internacionales, especialmente chinos
En una medida que ha causado particular controversia, el gobierno suspenderá temporalmente nuevas entrevistas de visa para estudiantes provenientes de China, y comenzará a revisar y revocar visas ya otorgadas. El enfoque se centra en estudiantes vinculados con el Partido Comunista Chino o que estudian en áreas consideradas sensibles para la seguridad nacional, como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
Además, se anunció que se utilizarán datos de redes sociales y otras plataformas para investigar las conexiones políticas y académicas de los solicitantes. La medida busca prevenir el espionaje académico y el robo de propiedad intelectual, dos preocupaciones recurrentes en la relación entre Washington y Beijing.
“Los extranjeros que trabajan para socavar los derechos de los estadounidenses no deberían tener el privilegio de viajar a nuestro país”, dijo el político de origen cubano.
Una política expansiva y preventiva
El conjunto de medidas propuestas por Rubio destaca por su carácter expansivo: se dirigen no solo contra los individuos que cometen directamente actos delictivos o sancionables, sino también contra sus entornos inmediatos. Esto incluye familiares, colaboradores y socios comerciales, bajo la lógica de cortar el acceso a beneficios migratorios a quienes forman parte de estructuras consideradas dañinas para la seguridad, la economía y la democracia en EE.UU.
Conclusión
Con esta nueva política, Marco Rubio refuerza su posición como una de las figuras más duras en el Congreso respecto a temas migratorios y de seguridad nacional. Su propuesta, aunque respaldada por sectores conservadores, ya genera debate entre defensores de los derechos civiles y grupos de inmigrantes, quienes alertan sobre el posible uso arbitrario de las restricciones y la estigmatización de ciertas nacionalidades. Sin embargo, Rubio insiste en que estas acciones son necesarias para proteger a Estados Unidos en múltiples frentes: desde las drogas hasta la influencia extranjera y la explotación laboral globalizada.