Las playas de la isla cada año sufren debido a que las líneas de costa retroceden dos metros y casi el 90% de las playas están erosionadas. Por esta situación las autoridades han iniciado un programa para aumentar la cantidad de arena y de esta forma mejorar uno de los principales atractivos turísticos del país.
Los 5746 kilómetros de costa y las 430 playas sufren las consecuencias del cambio climático y especialmente la acción humana. De hecho según Ernesto Tristá, técnico del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; el «retroceso de las líneas está entre uno y dos metros por año».
A pesar de que se llevó a cabo la construcción de algunas barreras rígidas para evitar el oleaje y la penetración. Aunque el Gobierno tienen claro que la mejor alternativa es vertir arena para mejorar la sostenibilidad de las playas.
Ernesto Tristá explicó, en declaraciones recogidas por Cubadebate, que con esta medida se espera «mejorar la calidad de la playas de Cuba y aumentar la capacidad de acogida turística».
El vertimiento de arena empezó en Varadero desde 2008 hasta 2012, en esos años más de un millón de metros cúbicos de arena fueron echados en el principal balneario cubano. Las autoridades ambientales tienen previsto acometer un plan desde 2016 hasta 2030 en las playas del Este en la capital.
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