En el día de hoy se inauguró después de estar un tiempo cerrada para su restauración la enorme estatua de mármol conocida como el Cristo de La Habana. La ceremonia tuvo como componente principal la bendición del arzobispo de la Habana, el cardenal Jaime Ortega. El monumento del Cristo de La Habana es un símbolo de la capital del país que muchos recuerdan por pasar ratos contemplando la ciudad desde su hermosa vista. «Creo que podemos llamar nueva a esta escultura, porque nuevo es el momento de la historia en el que se reabre, muy distinto de aquel en que se erigió y se puso en este lugar» dijo el cardenal Ortega.
«En otro siglo ya y con un camino que se renueva en nuestra patria cada vez más en muchos sentidos, en lo económico, pero también en otros órdenes, en este orden mismo de la presencia de la fe religiosa en la cultura del pueblo, en su vida cotidiana, en sus expresiones culturales» continuo diciendo el Cardenal.
El Cristo de La Habana es una escultura hecha en mármol que representa a Jesús de Nazaret y fue creado por la escultura cubana Jilma Madera en 1958. Las piezas de mármol de Carrara fueron traídas desde Italia donde fueron esculpidas y luego bendecidas por el Papa Pío XII. La gran altura de esta monumental escultura permite que pueda ser vista desde varios puntos de la ciudad de la Habana y es recordada sin duda por muchos de los cubanos que viven fuera de la isla.
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