La denominada ley de “supervelocidad” entró en vigor en Florida a la medianoche del 1 de julio, y no tardó en generar titulares. Apenas dos minutos después, a las 12:02 am, un conductor fue detenido por circular a 167 km/h (104 mph) en una zona donde el límite es de 112 km/h (70 mph), marcando así el primer caso bajo esta legislación recién estrenada.
Sin embargo, lo que más ha generado controversia no ha sido la imprudencia al volante, sino el operativo posterior. En el video publicado por la Oficina del Sheriff del Condado de Orange, se observa a una persona esposada en la escena. Más tarde, se aclaró que no se trataba ni del conductor ni de su acompañante directo. Aun así, la imagen —difundida apenas minutos después de la entrada en vigor de la ley— pareció más una advertencia visual que un procedimiento necesario: una especie de escarmiento simbólico para quien tenga intenciones de presionar el acelerador.
La legislación, que busca frenar los excesos de velocidad en las autopistas de Florida, establece sanciones más severas para quienes superen los 160 km/h (100 mph) o excedan el límite permitido por más de 80 km/h. Las penas van desde 30 días de cárcel o multas de hasta 500 dólares, hasta la suspensión de la licencia de conducir por doce meses en casos de reincidencia dentro de un período de cinco años.
No obstante, ni las nuevas penas ni la campaña de mano dura parecen estar surtiendo efecto inmediato. En el condado de Orange, que incluye la ciudad de Orlando, más de 100 conductores son sorprendidos cada mes a velocidades similares o mayores. Y el primer caso registrado bajo esta ley parece confirmar que las advertencias no bastan.
Además de que para la comunidad inmigrante esta ley es ahora otro motivo de preocupación, especialmente entre los cubanos radicados en Florida o con familiares en el estado, para quienes la medida ha provocado inquietud. Muchos trabajan en horarios nocturnos, recorren largas distancias diariamente o dependen de vehículos prestados o de bajo costo para movilizarse. Estas circunstancias los podrían hacer más vulnerables ante las sanciones estrictas de la nueva normativa.
Por otra parte, la legislación ha sido recibida con una mezcla de respaldo y escepticismo por parte de la prensa local y expertos en derecho vial. Medios como The Miami Herald y Orlando Sentinel han resaltado el enfoque de «tolerancia cero» adoptado por el gobierno estatal, señalando que se trata de una respuesta directa al aumento de accidentes fatales vinculados al exceso de velocidad.
«Estamos viendo un patrón preocupante de carreras ilegales y conductores que tratan las autopistas como pistas de competencia», declaró un portavoz de la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP).
«Esta ley está diseñada para poner fin a eso antes de que cueste más vidas», detalló.
Al tiempo que también hay voces críticas. Analistas legales han cuestionado la vaguedad de algunos aspectos de la normativa, como el margen de interpretación para aplicar detenciones o el uso de esposas en infracciones que, en principio, no implican violencia ni resistencia. Algunos defensores de derechos civiles advierten que la ley podría abrir la puerta a abusos policiales o a la aplicación desigual según el perfil del conductor.
El canal Local 10 News de Miami, por ejemplo, entrevistó a varios conductores que expresaron temor por los efectos colaterales de la medida.
«Uno se puede distraer por un segundo, o no estar familiarizado con la zona, y terminar con su vida alterada por completo», lamentó un repartidor que maneja de madrugada en el sur de Florida.