Exfotógrafo del artista oficialista Kcho cumple diez años de cárcel por presunto tráfico de droga

Kcho es un artista plástico cubano con una carrera privilegiada por el régimen castrista. Ha tenido lo que la gran mayoría de los artistas cubanos residentes en la isla ni siquiera podrían soñar. Llegó a contar en su estudio con un centro tecnológico de última generación financiado por Google. Ha sido diputado a la Asamblea Nacional y es usual colaborador en la propaganda del régimen.


Yuris Gabir Garrote Rodríguez, de 41 años de edad, exfotógrafo de Kcho, fue condenado a diez años de prisión por el presunto delito de tráfico de droga, en un controvertido juicio en el cual se ha revelado a Diario de Cuba “se violaron” las normas del debido proceso, así ha sido denunciado por familiares del acusado y un abogado que ha revisado el caso.

«Yuris trabajaba para Alexis Leyva Machado (Kcho) como su fotógrafo personal en un estudio en Romerillo, un barrio habanero. Cierto día se programa una cena a la que Raúl Castro iba a asistir, Yuris también estaba invitado. Parece ser, que descubrieron que él tenía antecedente penales y la cena fue cancelada”, relata a Diario de Cuba, la periodista independiente Sol García Basulto, quien tiene un hijo pequeño con Garrote.

“Después, Kcho se reúne con Raúl y, al regresar de ese encuentro, le pide a Yuris que deje las cámaras y que ya no trabaje más allí en el estudio. Después de esta cena frustrada y de cartas que envió Yuris, Kcho Estudio empieza a decaer”, conitnuó Basulto.

Garrote fue detenido el 18 de julio de 2015, él se encontraba en la provincia de Granma, a donde acostumbraba a ir “para buscar unos materiales que todavía tenía que entregarle a Kcho, como remos, anclas de barcos y cadenas, que el artista plástico usa en sus obras”.

En ese momento a Garrote se le ocupó un cigarrillo de 0, 37 gramos de marihuana, según datos de la Fiscalía y el Tribunal.


El abogado de defensa de Garrote exigió una sanción de seis meses de privación por el delito de “tenencia de droga”, sin embargo, fue sancionado a diez años de privación de libertad por “tráfico de droga”.

“Por lo que se infiere que no se siguió el debido proceso en la presentación y acumulación de las pruebas, en la presentación del abogado en tiempo y forma. Se violó el hecho de que en el juicio oral no hubo correspondencia entre las pruebas presentadas y la sanción. Hubo abuso de autoridad, prevaricación de los jueces e intromisión del MININT (Ministerio del Interior)”, declaró el abogado Edilio Hernández, del independiente centro de asesoría legal Cubalex, quien revisó el caso del exfotógrafo.

Basulto y María Antonia Rodríguez, madre del acusado, han hecho múltiples gestiones y se han entrevistado con las autoridades para solicitar ayuda en este caso, y para una revisión de la condena.
“En 2015, fuimos al Estudio Romerillo a ver a Kcho, entre otras cosas para entregarle las piezas que Yuris tenía para él y así conseguir algo de sustento familiar porque ya él estaba preso. Kcho se negó a recibirnos. Y se portó de una manera misteriosa”, comentó García Basulto, quien también dice haber notado cierto pánico de su parte.

En sus cartas desde la prisión, Yuris Gabir Garrote, afirma tener “pruebas” contra “un alto funcionario del Gobierno cubano”, al que no nombra.

En una de sus misivas fechada de enero de 2016, señala que “en la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba, existe un diputado que tiene vínculo con el tráfico de drogas, lavado de dinero y evasión de impuestos”. Declara además que tiene suficientes pruebas documentadas por el hecho de ser fotógrafo.

«Muchas veces me pregunto cuál es la verdadera causa de la condena que pesa sobre Yuris. No creo correcto que haya sido juzgado sin testigos, por el delito de tráfico de drogas, en un juicio donde la única prueba que se presentó fue esta cantidad (0,37 gramos), obviamente insuficiente para traficar», menciona también García Basulto. Recordando que “el Código Penal cubano prohíbe el consumo de sustancias como esta, porque ‘atenta contra la salud mental de la población’, sin embargo he visto a unos cuantos mentalmente afectados por el alcohol, sustancia que el Estado vende libremente y hasta a menores de edad que beben cerveza». Destacando que sin defender el tema de las drogas, cree que las leyes han sido mal empleadas en este caso.

Edilio Hernández, abogado de Cubalex como ya se ha mencionado, por su parte opina que Garrote “fue un chivo expiatorio en este caso. Como este tuve otros diez casos donde no se ha encontrado al verdadero culpable y se juzga a otro. No hay correspondencia entre las pruebas y los sancionados. Hay mucha falta de profesionalidad para encontrar a los verdaderos culpables que son los que no van a juicio», afirma Hernández.


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