Entrevista con el periodista y biógrafo del Che, Jon Lee Anderson sobre la vida y legado de este controvertido personaje de la historia

El estadounidense Jon Lee Anderson, periodista y biógrafo del Che Guevara fue entrevistado por el semanario The Nation. El escritor asegura: “El Che representa el pasado. Hay un tipo de joven cubano que considera que se ha visto obligado a tragarse al Che como una figura icónica que se suponía que debían emular. Pero no sé si se ha convertido ya en un rechazo total”.


Anderson sostiene que “los jóvenes cubanos que conozco son más seguros acerca de sus sentimientos de antipatía hacia Fidel (Castro) o el tipo de gerontocracia que sienten que les ha retenido, mientras que el Che siempre ha habitado para ellos este otro lugar mundano. Él existe en este reino espiritual, y no estoy seguro de que hayan reconciliado esa diferencia”.

De igual manera se refirió a las oportunidades que según él, han tenido los jóvenes en los últimos tiempos: “En los últimos dos o tres años, han podido leer libros, artículos, o tener acceso a los medios de comunicación que les da una perspectiva diferente sobre la gente, incluido el Che. Creo que el ajuste de cuentas todavía no ha llegado.”

Cuando The Nation comentó al intelectual sobre “las distorsiones más grandes” que han hecho los seguidores de esta controvertida figura histórica, Anderson indicó que el régimen cubano hizo un “esfuerzo por enfatizar el humanismo del Che durante los últimos 20 años para celebrar su fervor revolucionario, pero lo vincula a una idea de humanismo que no siempre es confirmada por la propia retórica del Che o algunos de sus propios escritos. Tenía una visión radical que implicaba una reestructuración utópica del planeta a través de la guerrilla armada”.

Ahondó también en el tema de la presunta homofobia y racismo del guerrillero, y defendió de alguna manera esta faceta diciendo que no creía que hablar de racismo u homofobia era “válido ni pertinente”.

“¿Cuáles eran sus opiniones sobre el matrimonio transexual? No creo que tuviera ninguna. La homosexualidad era ilegal en los años 60 en casi todo el mundo. No conozco sus opiniones sobre ser gay, pero sé que había algunas personas a su alrededor que lo eran, y él no los persiguió. Cuando se trata de racismo, eso es una tontería, porque la mayoría de los hombres que lo rodeaban eran negros o mestizos”, acotó.


Acerca de la perspectiva que tienen muchos que ven al Che como “asesino”, incluso estudiosos de la historia se han referido a ello, Anderson lo justificó que los fusilamientos que ordenó “solo fueron en Cuba”.

Y es válido cuestionarse, ¿acaso eso exculpa al argentino de los crímenes que cometió? Matar en Cuba, o en donde sea no está bien y es impugnable.

“En cuanto a sus escuadrones de fusilamiento, pasó un período desde su llegada a la Sierra Maestra hasta los tres meses siguientes al triunfo en La Habana, donde fue el ejecutor y lo llevó a cabo con celo. Pero después cambió. No ejecutó a nadie en el Congo o en Bolivia”, defendió el intelectual norteamericano.

¿Un asesino cambia con el transcurso de la historia? Los asesinos son condenados por la historia, no absueltos, los crímenes aunque muchos no se pagan, sirven para que salgan a la luz, y no se repitan. Para que la justicia impida que se cometan de nuevo, matar no tiene justificación.

El escritor estadounidense concluye diciendo que tanto el Che como Fidel Castro “eran figuras ambiciosas, que dejaron atrás un legado que es controvertido y que (el Che en particular) proporciona una especie de enigma: ¿Debería amarlo o debería odiarlo?”

Cada quien puede pensar como quiera, en eso radica la libertad de pensamiento y expresión, pero los crímenes que se sabe cometieron tanto Castro como Guevara no pueden ser defendidos.

(Con información de Diario de Cuba)


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