El Departamento de Salud de Florida en Palm Beach emitió un aviso referente a la calidad del agua en siete playas del condado en las cuales se localizó gran aparición de la bacteria Enterococcus (enterococo) por encima de los parámetros permisibles.
En la alerta se hace referencia a las siguientes zonas de playa: Spanish River, en Boca Ratón, Sandoway-Delray Beach, en Delray Beach, Lake Worth – Kreusler, en Lake Worth, Ocean Inlet Park, en Ocean Ridge, Phil Foster Park, en Riviera Beach, Riviera Beach en Riviera Beach y Carlin Park en Jupiter.
Añade el escrito del Departamento de Salud que a partir de las pruebas completadas este 25 de marzo determinaron que la calidad del líquido en estas zonas no reúne los requisitos para la bacteria que se mencionó que aconseja esta institución.
El propio departamento advierte a las personas evitar cualquier contacto con el agua de estos lugares ya que constituye un riesgo mayor para los bañistas de contraer una enfermedad. Según los muestreos que se realizaron en el monitoreo cotidiano que se realiza a la calidad se determinó un nivel superior de esta bacteria de lo que establecen los expertos.
Explican las autoridades sanitarias en el texto que hasta que no disminuyan los niveles de afectación estos avisos continuarán divulgándose con el objetivo de proteger a la población.
El enterococo es un organismo anaeróbico facultativo o capnofílico, es decir, prefiere usar dióxido de carbono (CO2), aunque sobrevive bien en su ausencia. La bacteria puede ocasionar importantes afecciones clínicas entre ellas infección urinaria, endocarditis, diverticulitis, meningitis. Desde un punto de vista médico, la característica más importante de este género es su alto nivel de resistencia antibiótica lo que puede agravar su enfrentamiento.
Las bacterias del género Enterococcus han sido implicadas en infecciones humanas principalmente en tracto urinario, sangre, corazón y heridas, aunque con menor frecuencia han sido aisladas en infecciones de vías respiratorias. La prevalencia de estas bacterias es un indicador de contaminación fecal que pueden aparecer de animales, aguas residuales humanas, incluso de aguas pluviales.
