El régimen de La Habana ya no autorizará la creación de cooperativas no agropecuarias, una modalidad de trabajo privado con equivalencia a las pequeñas y medianas empresas, por la que podían optar los ciudadanos de la Isla desde el año 2013, informa Diario de Cuba.
La nueva normativa apareció en la Gaceta Oficial este viernes, y según anuncio entrará en vigor el próximo noviembre, la regulación es de carácter temporal, de acuerdo a las autoridades.
Yovana Vega Matos, miembro de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, dijo que la medida responde a la apertura de una etapa «experimental» para «perfeccionar» la gestión de las cooperativas.
Actualmente 400 cooperativas no agropecuarias con más de 17.000 socios, funcionan en Cuba, mayormente en sectores como la gastronomía, comercio, construcción e industria.
Solamente el pasado año, estas cooperativas dejaron en conjunto ingresos por encima de los 6.000 millones de pesos.
Según la funcionaria, «la prioridad es concentrar los esfuerzos en la consolidación de las constituidas». Lo que no significa «dejar de avanzar en el experimento, sino hacerlo de manera coherente, eliminando las desviaciones que han ocurrido para lograr su generalización», añadió.
Cuando Vega Matos se refirió a desviaciones, especificó hablaba de «indisciplinas y violaciones de la legalidad, que han desvirtuado los principios del cooperativismo».
El Gobierno también aprobó un grupo de nuevas regulaciones para el ejercicio de estas actividades, a partir de ahora, una de ellas estipula que el sueldo del socio mayoritario, no puede ser más de tres veces mayor del que recibe el que menos cobra, «con el objetivo de garantizar la distribución justa y equitativa de las utilidades generadas».
Asimismo el Estado regulará y limitará el crecimiento de las cooperativas en función del número de socios actual.
El régimen alega que las cooperativas podrán fijar sus precios de venta en base a la oferta y demanda, libremente, sin embargo en apartados también limita esa libertad, una manera de hacerlo es topar los precios de bienes y servicios.
De acuerdo a las nuevas disposiciones, cuando la cooperativa preste sus servicios al Gobierno en áreas como la reparación o mantenimiento de vehículos, los beneficios de la empresa se fijan en un máximo del 30% sobre los gastos totales, y en actividades de construcción y producción de materiales para construir, la ganancia no podrá exceder el 20%.
También se delimitarán las actividades que las cooperativas puedan realizar a lo largo y ancho de Cuba, y las que solo podrán ejercer dentro de su provincia.
En otro orden el Gobierno no atiende aún la demanda de las cooperativas para que se les permita importar directamente los materiales e insumos que necesitan para sus negocios, y que se ven obligados a comprar al Estado.
Vega Matos indicó en referencia a lo antes mencionado, que «se ponen esfuerzos para establecer un mercado mayorista a pesar de las condiciones económicas financieras del país».
