EE.UU. implementará nueva “Visa Integrity Fee” de 250 dólares para visitantes internacionales: crecen las críticas por su impacto en el turismo y la educación

A partir del 1 de octubre de 2025, Estados Unidos comenzará a cobrar una nueva tarifa obligatoria denominada “Visa Integrity Fee”, con un costo mínimo de $250, a la mayoría de quienes soliciten visados de no inmigrante para ingresar al país. Esta iniciativa, incluida en la más reciente legislación presupuestaria del Congreso, ha desatado una ola de reacciones en sectores clave como el turismo, la educación superior y los intercambios culturales.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) justifica la medida como un esfuerzo por “restaurar la integridad del sistema migratorio”. Sin embargo, expertos advierten que la nueva tarifa, sumada a las ya elevadas cargas económicas del proceso de visado, podría tener consecuencias negativas para la imagen de EE.UU. como destino turístico, académico y profesional.


¿En qué consiste la nueva tarifa?

La Visa Integrity Fee será un pago obligatorio adicional a las tarifas ya existentes —como la tarifa de solicitud de visado (MRV), tasas de reciprocidad y tasas antifraude— y se aplicará a casi todos los visados no inmigrantes. Entre los tipos afectados se encuentran:

  • B-1/B-2: turistas y visitantes por negocios
  • F-1/F-2: estudiantes internacionales y sus familiares
  • J-1/J-2: participantes en programas de intercambio y sus dependientes
  • H-1B/H-4: trabajadores temporales y sus acompañantes

Quedarán exentos de la tarifa los viajeros que ingresan mediante el Visa Waiver Program, que permite visitas sin visado desde 42 países (como España, Chile, Alemania o Japón), así como la mayoría de los ciudadanos de Canadá y Bermudas y personas con visados diplomáticos o de organismos internacionales (categorías A y G).

Aunque el costo inicial es de $250, el DHS podrá ajustar el monto por inflación a partir del año fiscal 2026, e incluso modificarlo por vía reglamentaria si lo considera necesario.

¿Cuándo se implementará?

La medida entraría en vigor con el inicio del año fiscal 2026, es decir, a partir del 1 de octubre de 2025, aunque las autoridades aún deben detallar el mecanismo de cobro, los canales de pago y la integración con el sistema de procesamiento de visados del Departamento de Estado. Las personas que deben abonar estas tarifas son los que necesitan visa de no inmigrante que abarca viajeros de negocios, estudiantes y turistas.

Estas tarifas se pagan en el momento en que se expide la visa lo que significa que a quienes se les deniegue la visa no tendrán que asumir ese gasto.


¿Habrá posibilidad de reembolso?

La tarifa será potencialmente reembolsable, pero bajo condiciones estrictas. Para que un solicitante recupere el dinero deberá demostrar que:

  • Salió del país dentro del plazo permitido por su visado,
  • Solicitó una extensión válida o ajustó su estatus migratorio legalmente,
  • No incurrió en ninguna violación migratoria durante su estancia.

En caso de sobrepasar el tiempo autorizado, permanecer sin estatus o cometer alguna infracción, el viajero perderá el derecho al reembolso. El proceso y plazos para solicitar la devolución aún no han sido definidos, lo que genera incertidumbre entre los posibles solicitantes.

«Si lo recuperas, genial. Pero por lo general es difícil recuperar el dinero del gobierno. Preferiría que lo vieran como un ‘bono’ si reciben el reembolso», dijo Steven A. Brown, socio del bufete de abogados de inmigración Reddy Neumann Brown PC, con sede en Houston.

 Igualmente, en el sitio web de su firma destacó que este tema que aún no se ha implementado necesitará una regulación o un aviso del Registro Federal. Además todavía existen lagunas sobre si el DHS debe cobrar estas tarifas ya que no es el encargado del proceso de solicitud, emisión o renovación de visas.

En ese sentido un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional dijo a CNBC: «La tarifa de integridad de la visa requiere coordinación entre agencias antes de su implementación», dijo el funcionario quien agregó que el «proyecto de ley One Big Beautiful del presidente Trump proporciona las políticas y los recursos necesarios para restaurar la integridad en el sistema de inmigración de nuestra nación».

Reacciones y preocupaciones

La implementación de la nueva tarifa ha sido recibida con preocupación por representantes del sector turístico, académico y empresarial, quienes advierten sobre su posible efecto disuasorio.

La U.S. Travel Association calificó la medida como un “arancel autoimpuesto” que podría dañar la competitividad de Estados Unidos como destino internacional: “Ya tenemos una de las tarifas de visado más altas del mundo. Añadir $250 más sólo ahuyentará a potenciales viajeros, especialmente en momentos donde buscamos impulsar el turismo y la inversión extranjera.”

Del mismo modo, universidades estadounidenses —muchas de las cuales dependen de estudiantes extranjeros para sostener su presupuesto— expresaron su preocupación por el efecto que esta medida podría tener sobre la matrícula internacional, que ya ha registrado caídas desde la pandemia y enfrenta una recuperación desigual.

También se han alzado voces dentro del sector de intercambios culturales y científicos, señalando que la tarifa podría reducir la participación en programas de investigación, pasantías, formación médica y cooperación bilateral. La nueva tarifa se produce cuando el país espera recibir un conglomerado de personas para el próximo año entre ellos los 250 años de EE.UU.


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