Un grupo de cubanos que quedó varado en Laredo, México, después del fin de la política de pies secos pies mojados decidieron no lamentarse por su mala suerte y abrieron un restaurante de comida cubana en la ciudad.
Los cubanos contaron con la ayuda de un ciudadano mexicano que ahora los ayuda a administrar el lugar.
Este grupo ha encontrado una manera de adaptarse a su nueva situación además que el trabajo los hace tener la mente ocupada.
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