El arribo de inmigrantes cubanos a Estados Unidos está caracterizada por la soledad, la incertidumbre y muchas veces por el desaliento de encontrarse en un país ajeno. La mayoría llegan solos y sin familia, muchas veces atravesando Centroamérica hasta alcanzar México, donde cruzan la frontera con Texas y se dirigen a Miami en Florida.
Debido a esos movimientos migratorios de la isla a E.U, en ciudades como Miami nacieron organizaciones como Éxodo 94 que no quieren que estas situaciones queden en el olvido, «no tanto por las personas que llegaron, sino por los que no lo hicieron», según una de sus fundadoras, Alicia García.
Los que llegan sin vínculos parentales «se encuentran en la calle, con unas esperas de hasta 3 meses para ser procesados, sin tener un lugar donde estar, y ahí es donde entramos nosotros», declaró la cofundadora de la organización.
Además cuando se acercan las fechas navideñas el sentimiento de estar solos y sin apoyo se incrementa. Es por ello que en Éxodo 94 trabaja para que esas personas que se encuentran solas «pasen una navidad como en familia».
Los migrantes cubanos llegan la mayor parte de las veces en situaciones de extremas, sin un lugar donde quedarse, sin dinero y sin comida.
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