Desde la reforma migratoria en Cuba se ha despertado un debate que trasciende a los cubanos y ha incluido a varios sectores de la sociedad estadounidense que se preguntan si los cubanos son ahora ¿emigrados políticos o económicos?. El gobierno de Cuba ha promovido desde años la idea de que los cubanos que llegan a Estados Unidos para acogerse a la ley de ajuste cubano no son refugiados políticos si no emigrados económicos.
En Estados Unidos algunos por oportunismo y otros por desconocimiento comienzan a defender esa idea para justificar una posible eliminación o modificación de la ley que da la residencia a los cubanos al año y un día de residir en el país.
No es menos cierto que los emigrados cubanos que llegan a Estados Unidos en la actualidad se diferencian mucho de los que llegaron en los primeros años de la revolución, los cuales juraban no regresar jamás hasta que en Cuba hubiera un cambio y se fueran los dictadores Castro. Los cubanos que han llegado recientemente regresan a Cuba en cuanto adquieren la residencia permanente después de haber dicho en la frontera que en Cuba eran perseguidos y temían por su regreso.
Hay una realidad y es que las condiciones en Cuba no han cambiado, el gobierno de Cuba sigue siendo la misma dictadura que era en los años 60 aunque tácticas diferentes. La necesidad del gobierno de Cuba de recaudar divisas los ha llevado a promover el regreso de cubanos utilizando la reunificación familiar como chantaje. En Cuba los problemas económicos son una consecuencia inseparable de la dictadura, en otros países también hay pobreza, es cierto pero en ningún otro país el gobierno dicta hasta el más mínimo detalle no solo del país si no de la economía y vida de cada familia.
Si hoy hay un debate sobre si los cubanos somos emigrados políticos o económicos es en gran parte culpa de nosotros mismos. Los cubanos hemos hecho el juego al gobierno de Cuba y sin quererlo hemos destruido nuestra credibilidad ante la prensa de Estados Unidos en un momento que el tema migratorio está en el centro del debate nacional. Según estadísticas del gobierno de Estados Unidos la ley de ajuste cubano y el programa de refugiados para cubanos cuesta al gobierno 322 millones de dólares al año en ayudas y procesamiento, una razón más para ser cuidadosos y prudentes con el beneficio que tenemos.
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