Cubano más 20 años preso esperando se cumpla su sentencia de muerte: “yo lo que quiero es ya salir de este mundo”

El cubano Reinaldo Dennes, nacido en Arroyo Naranjo, en La Habana, desde muy temprana edad (3 años) creció en Miami, cuando su familia lo trajo consigo cuando emigraron en el año 1959. Él y su hermano aprendieron el oficio de joyero que les enseñó su padre.

 Dennes lleva preso más de 20 años, esperando en el corredor de la muerte de la cárcel Polunsky, en Livingston, Texas, que se cumpla su sentencia.


El cubano accedió ser entrevistado por Telemundo 51(para un compendio de siete reportajes publicados con el título “Dilema de Vida o Muerte”, para periodistas que investigan por la pena capital y la cadena perpetua), siendo la primera vez que habla sobre su caso.

El cubano fue entrevistado por el periodista Adrián Criscaut, a quien le confesó que:

«El castigo más grande es dejar a la gente vivir. Yo no quisiera vivir en la prisión. Si es la voluntad de Dios la acepto, pero no quisiera. Estoy preso en mi cuerpo, mi mente es libre, pero como quiera que sea, estoy preso»

Con el apoyo de su hermano y otra cómplice el 24 de enero de 1996, organizó un robo a un joyero en Houston y asesinó a esa persona. También disparó a un guardia de seguridad que logró sobrevivir.

Robaron diamantes valorados en 3 millones de dólares que según explica cuando lo interrogan que nunca aparecieron: «todo eso se perdió, se enterró y se perdió», agregando:


«Soy culpable, planeé e hice las cosas. ¿Qué me den otro chance? No, no quiero. Yo lo que quiero es ya salir de este mundo. Cualquier cosa que quieran recibir con mi muerte, pues que se pongan alegres, pero eso no dará alegría a nadie. La muerte del otro no da alegría a nadie»

Según Dennes se encontraba en ese entonces perdido en la oscuridad y su mente solo ideaba planes macabros, por lo que asegura que de no haber sido detenido por el crimen cometido, probablemente hubiera continuado haciendo daño.

«Hay gente aquí (en la cárcel) que no se han perdonado por los crímenes que han hecho, han matado a sus hijos, y todas esas cosas, pero uno tiene que aceptar el perdón o no puede seguir viviendo», dijo.

«Yo tenía un negocio, casa, carro, dinero y todo, pero no tenía felicidad. (…) La droga me tenía bien loco (…) Mi alma estaba llorando por tener felicidad. Desde el día que me arrestaron comenzó a cambiar mi vida», dijo  conmovido pensando en sus seres queridos a quienes les hizo daño su actuar, sus padres fallecieron estando él en la cárcel, su hijo sufrió mucho y dijo que solo mantiene comunicación frecuente con su hija.

En el corredor de la muerte en Texas Dennes es el único de nacionalidad cubana, dijo estar arrepentido:

«Me arrepiento de todo. Yo era más valioso que todo eso (que robó). La gente se vuelve loca por los diamantes, el oro y todo eso es basura»

Dennes solo sale una vez al mes a un espacio al aire libre o a una sala. Vive completamente aislado, se baña dos veces por semana. Su habitación es una celda de 6 metros de largo y 9 metros de ancho, con un inodoro y una cama.

 Durante sus más de dos décadas en prisión, Dennes se ha dedicado a crear obras de arte, estudiar idiomas y religión.

En la parte final de la entrevista dijo que está dispuesto a donar sus órganos para que otras personas puedan tener mejor calidad de vida.

La fecha de ejecución no está aún establecida, podrán estar presentes familiares y amigos de la víctima. Cuando llegue el día de la sentencia recibirá una inyección letal. Según expresó se siente preparado para morir.


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