Cubana muestra en fotos el antes y después de su llegada a Europa

A solo una semana en Europa, una cubana muestra en redes sociales fotos con el antes y después de su llegada a Lisboa, capital de Portugal, donde vivirá un tiempo con su hija.

Herlinda Arteaga, con pocos días fuera de la isla, pudo ver su cambio físico, lo que se hace posible con un poco de recursos, además de reflejar en su rostro la alegría de poder reunirse con su familia:


“Antes y Después a 72 horas de llegada. Sin filtros: ilusión, alimentación, cuidados, maquillaje, lo que necesitamos todas las mujeres en Cuba, para seguir siendo bellas, como antes”

La cubana recibió comentarios de felicitación a su publicación del antes y después, sobre todo por la posibilidad de poder salir de la isla en estos momentos tan difíciles y de poder reunirse con su hija.

Arteaga, quien es profesora de inglés y se reconoce como jubilada y freelance en su página de Facebook, dedicó unas palabras de agradecimiento  y reflexión tras los comentarios de personas cercanas:

“Después que publiqué mis fotos me puse a pensar. No es un acto de vanidad, ni de especulación. Pero sí de reflexión después que un amigo muy querido de mis tiempos de estudiantes me hizo una observación muy acertada, y algo similar al comentario de uno de los miembros de mi querido grupo de Cardenenses en Facebook”

“El amigo de los años me decía…» a la mujer cubana no se le ofrecieron nunca los buenos maquillajes ni los tratamientos estéticos. Esas eran prácticas hollywoodenses, de mujeres que se vendían, o de burguesas. A la mujer cubana se le dio un pañuelo y un sombrero, la montaron en un camión y se mandó a trabajar pal campo». Recordé a Lucía parte 3 y a Retrato de Teresa. Iconos del cine cubano y de ejemplos para el sexo femenino”, dijo Herlinda extrapolando los planteamientos que generaron su publicación en Facebook.


“A estas alturas, o «bajuras» la mujer sigue siendo, «con sombrero, o sin sombrero » la que lleva la sartén por el mango en nuestras modernas casas, no por dominante, sino por ser la responsable de todo lo que se mueve, o no, en la familia. ¡Y qué responsabilidad! La de las colas, la cocinera bajo apagones, la responsable de los niños en la casa, en la escuela, el apoyo a la maestra y a la escuela. La de las meriendas diarias, de las ropas y zapatos. Y de la distracción y actividades curriculares. Del desencanto y la impotencia para lograr un ápice de comfort para su familia”, comentó haciendo alusión a la enorme responsabilidad que tiene la mujer cubana ante la familia.

“Y es cierto que mujeres que he dejado de ver x un tiempo corto han envejecido años, que ni el brillo de su pelo, de sus ojos, de su piel… es el mismo. Mujeres cubanas en Cuba, luchadoras de verdad, en todo momento y a través de la mentira y del esfuerzo. Mis respeto y mi consideración a todas”, dijo Arteaga agregando que la mujer cubana debe ser felicitada cada día, pues son ellas quienes cada día viven en zozobra, el invento y la desesperación, llevando el peso de la casa a la hora de dar de comer a la familia.


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