Clásico Mundial de Béisbol: Mi teoría del desacuerdo

Cada cubano –porque de cubanía se trata— se siente manager del team Cuba. Ese es un derecho que, como cubanos, nos confiere la “Ley” de nuestro adorado pasatiempo nacional: el béisbol.
Entonces, pido permiso para desbordar mi “teoría del desacuerdo”, esta vez en relación con algunos detalles respecto a la nómina de Cuba, conformada hace pocos días, camino a la peliaguda cita del IV Clásico Mundial de Béisbol.


¿Por qué un solo intermedista?: Creo que todos podríamos coincidir en esto: Carlos Benítez se ganó a palos en la Serie del Caribe, su puesto al Clásico Mundial. Pero… ¿sería sensato tener a un solo camarero en la nave? Para una cita tan exigente, ¡no!

Un equipo Cuba para tamaño desafío necesita, por lo mínimo, a los mejores dos jugadores de cuadro en posiciones claves como el short stop y la intermedia. En este caso, quienes conformaron el team solidificaron la antesala y el campo corto con dos peloteros, pero dejaron la segunda para ser custodiada por uno solo.

Benítez, no es el intermedista defensivo que más podría brillar. ¡Que es un “plus” con el madero, paciente en el plato y con agallas en momentos difíciles! Es cierto.

Para mi visión, le hubiese conferido uno de los puestos a Juan Carlos Torriente, quien ha jugado tercera y podría hacerlo con solidez en segunda. Seleccionaría entre Jefferson Delgado y Yurisbel Gracial. Y de tener problema con el rendimiento de alguno, mi solución sería —aunque no soy amante de las improvisaciones— mover a Alexander Ayala (el torpedero regular) hacia la antesala, y dejarle las paradas cortas a Yordan Manduley.

¿Por qué Ayala hacia la esquina caliente?: Por dos razones de peso. Una, que él ha jugado en otras temporadas esa posición. Ahí tendría que cubrir en búsqueda de batazos a su izquierda en la mayor cantidad de las ocasiones (cuando juega en el campo corto él es bueno fildeando roletazos hacia el centro del diamante), y teniendo a Manduley de ese lado el trabajo se hace un poco menos exigente.


Deberíamos recordar: En la Serie del Caribe recién terminada, teníamos a tres torpederos (Ayala, Yulian Milán y Manduley) en el roster y, al final, íntegramente solo jugó uno, el propio Ayala.

En cuestión de equilibrar… se nos fue la mano.

Me pregunto si todos estos chicos no hacen lo mismo: Roel Santos, Yoelkis Céspedes, Víctor Víctor Mesa y Julio Pablo Martínez. Todos tienen esto en común: Son rápidos y de tacto, a excepción de Yoelkis, quien contó con la séptima tasa de ponches (16%) más alta de la temporada regular en la 56 Serie Nacional cubana.




Ahora bien, de todos ellos, solo estos tienen la capacidad de ser rápidos y robar bases: Víctor Víctor, Santos y Julio Pablo. Céspedes, prospecto en ascenso, aún no cuenta con la viveza de poder estafar almohadillas.

Además de lo expuesto, ¿Quiénes pueden ir más allá de solo ofrecer garantía de piernas?: Sería solamente Julio Pablo Martínez. El guantanamero los lideró a todos en WAR ofensivo (7.7), porcentaje de llegar a bases (.469), OPS+ (148), wOBA (.485) y BABIP (average de bolas puestas en juego) con .359, aunque abrazado con Mesa Jr.
También, lideró toda la 56 Serie en porcentaje de boletos (20%) entre peloteros con 200 turnos al bate o más, y obtuvo un APLUS (average “plus”) de .542, el más ponderado de este grupo de cuatro. Entonces, ¿cabía o no Julio Pablo?…

Para concluir este debate, tengamos en cuenta que en los jardines estarían dos excelentes toleteros, pero que le deben a la defensiva élite, como los casos de Frederich Cepeda y Alfredo Despaigne.

Preferiblemente el granmense, imagino que sería el titular en el bosque izquierdo, y a Cepeda le concederían un turno como designado… Entonces, habría que ver qué nombres tendrían center y left field. Voto por Roel (versus derechos) y Víctor Víctor (versus zurdos) para la pradera central, y Céspedes por el prado derecho.

¿Cuál es tu batería?

Como es conocido en el béisbol, la palabra “batería” se refiere a la dupla de pitcher y cátcher, no para citar a la ofensiva, como de manera mal llamada se utiliza a cada rato.
Teniendo en cuenta la plantilla que se conformó, ¿cuál sería tu batería?

Desde mi punto de vista, me encantaría mantener la que mejores dividendos ofreció la Serie del Caribe: Frank Camilo Morejón como receptor, y el pitcher Lázaro Blanco.
A Osvaldo Vázquez lo utilizaría como emergente, y a Yosvany Alarcón lo alternaría una que otra vez por la titularidad. Pero, ojo, siempre teniendo en cuenta que este equipo tendrá que jugar a pitcheo y defensa, ya que la artillería ofensiva con la cual contábamos, ya no está.

“Recuerden el Clásico Mundial de 2013: En aquella plantilla estaban tres bateadores que, en la actualidad, han sacudido (por lo menos una vez) 30 o más jonrones: José Dariel Abreu, Yoenis Céspedes y Yasmany Tomás”…, estelares que no estarán.


2 Comentarios

  • Miguel González febrero 13, 2017

    Saludos Osniel: Las paradas cortas es una frase que se utiliza para referirnos al parador en corto = a «short stop»… quien en el béisbol es el un jardinero corto (juega entre el segunda base y el tercera). No obstante, aunque no haya escuchado a Eddy o Felo Ramírez, extra clases del micrófono, pero de antaño. Aquí tiene en WIKIPEDIA una explicación más extensiva.
    es.wikipedia.org/wiki/Campocorto
    Gracias por comentar, abrazos! Miguel González.

  • Osniel febrero 11, 2017

    Mi herma, ¿que es paradas cortas? Nunca oí a Eddy, ni mucho menos a Felo, ni a ningún narrador de antes 1961 ni después, o será que la pelota tiene nuevos nombres y traducciones

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *