Cierra WQBA “La Cubanísima”, histórica emisora del exilio cubano en Miami

Video de YouTube de TUDN Radio Miami WQBA 1140 am y Shutterstock

La emblemática emisora radial WQBA 1140 AM, conocida como “La Cubanísima”, ha cesado abruptamente sus transmisiones en vivo y despedido a la totalidad de su personal, marcando el cierre de una de las instituciones más icónicas del exilio cubano en Estados Unidos. Desde este miércoles, su programación se limita a música automatizada, sin locutores, sin noticieros, sin voces que durante décadas acompañaron a generaciones de oyentes.

La decisión ha generado un profundo impacto en la comunidad hispana del sur de la Florida, donde la emisora no solo era fuente de información y análisis político, sino también un símbolo de identidad cultural, resistencia y arraigo para los cubanos exiliados desde la década del 60.


“Así que el ámbito miamero tendrá al menos más sonidos. Más música y sinrazón, como suelen transcurrir los tiempos actuales”, lamentó el periodista Wilfredo Cancio.

Una emisora con historia: de trinchera del exilio a silencio programado

Fundada en 1967, WQBA fue durante años uno de los principales pilares mediáticos del exilio cubano. En sus micrófonos se discutieron los grandes temas de la política cubana y la realidad de los inmigrantes en Miami. Desde denuncias contra el régimen castrista hasta entrevistas con líderes comunitarios, la emisora fue escenario de un activismo mediático que la convirtió en un espacio de referencia y de poder simbólico para quienes abandonaron la isla.

Su jingle más recordado, con la inconfundible voz de Celia Cruz entonando “Yo soy de Cuba la voz”, resumía con claridad su misión: ser altavoz de los sentimientos, esperanzas y frustraciones de un pueblo disperso, pero unido en el recuerdo y la lucha.

Un relanzamiento fallido con figuras de renombre

En agosto de 2024, Latino Media Network (LMN) asumió el control de la emisora y lanzó un ambicioso relanzamiento editorial bajo el lema “El Pulso de Miami”. Para ello, integró a reconocidas figuras del mundo hispano, como el periodista Oscar Haza, la comunicadora hondureña Neida Sandoval y el humorista cubano Carlucho. La intención era modernizar la oferta informativa y atraer nuevas audiencias sin perder el vínculo con su base histórica.

Sin embargo, el proyecto no logró captar el respaldo publicitario necesario para sostener su operación. Según fuentes cercanas a la estación, el modelo económico fue insostenible desde sus inicios y las promesas de inversión y patrocinio no se materializaron. A menos de un año del relanzamiento, la emisora colapsó en medio de crecientes dificultades financieras.


“No había manera de sostener una nómina de ese nivel sin respaldo comercial. Fue un esfuerzo editorial enorme, pero inviable”, comentó un extrabajador que pidió no ser identificado.

El golpe al ecosistema de medios hispanos

El cierre de WQBA no es un hecho aislado, sino parte de una crisis más amplia que afecta a los medios en español en Estados Unidos. En los últimos meses, otras instituciones clave también han sucumbido: en mayo de 2025 cerró el canal America TeVé, tras años de dificultades económicas, mientras que Radio y Televisión Martí interrumpió sus operaciones en marzo debido a recortes presupuestarios federales y reestructuración técnica.

Expertos advierten que el modelo tradicional de radio y televisión está perdiendo terreno frente a plataformas digitales que ofrecen contenido más flexible y accesible, especialmente para las nuevas generaciones de hispanos. Sin embargo, la pérdida de estas emisoras tradicionales también representa una erosión del tejido cultural e identitario que sostenía a muchas comunidades inmigrantes.

“Los medios como WQBA no eran solo empresas de comunicación. Eran espacios de comunidad, de memoria colectiva y de lucha por la democracia”, señaló la socióloga cubanoamericana Teresa M. Pardo.

Radio Mambí, ¿el próximo en la lista?

Con el cierre de “La Cubanísima”, crecen las incertidumbres sobre el futuro de otras emisoras emblemáticas del grupo LMN, como Radio Mambí, también vinculada históricamente al exilio cubano. Aunque hasta ahora no se ha anunciado ninguna medida formal, fuentes internas alertan sobre posibles despidos y cambios en la línea editorial.

El temor es que esta ola de cierres y recortes reduzca drásticamente la pluralidad de voces y opiniones disponibles para los hispanos en el sur de la Florida, en un contexto político y social donde la desinformación y la polarización ya representan grandes desafíos.

Reacciones y nostalgia en la comunidad

La noticia del cierre de WQBA ha generado una avalancha de mensajes en redes sociales, especialmente de oyentes que crecieron con la emisora o que encontraban en ella una conexión directa con su cultura y su historia.

“Mi abuelo me llevaba al colegio escuchando a WQBA. Era nuestra forma de sentirnos cerca de Cuba”, escribió en X (antes Twitter) una usuaria de Coral Gables. Otros recordaron momentos icónicos, entrevistas históricas, jingles nostálgicos y voces que ya forman parte de la memoria colectiva.

Algunos empleados y colaboradores expresaron su sorpresa y tristeza por la falta de comunicación oficial y la forma en que se cerró el ciclo. “Merecíamos una despedida digna, no este apagón repentino”, lamentó un locutor afectado por el despido.

El futuro del 1140 AM

Por el momento, la frecuencia 1140 AM sigue activa con una programación automática de música latina, sin intervención humana. No se ha informado si habrá un nuevo proyecto o si la emisora será vendida o reconvertida.

Mientras tanto, “La Cubanísima” se despide sin micrófono, pero con un legado que difícilmente será reemplazado. Su cierre no solo marca el fin de una estación radial, sino también la pérdida de una voz que, durante casi seis décadas, fue el eco de una comunidad que jamás dejó de mirar hacia Cuba.


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