Chofer de ómnibus de turismo en Cuba se lleva un sin fin de elogios por ayudar a personas que necesitaban llegar a Matanzas

La actitud de un chofer de Transtur en Matanzas se ha hecho viral por su gesto solidario con personas que en la intemperie y bajo un intenso calor esperaban por algún vehículo que los llevara o acercaran a sus destinos, en medio de la crisis de transporte que sufre la isla.

Regla Bárbara Llorente Querol, periodista oficialista de Radio Varadero, que vivió tan generosa actitud por parte del chofer, quiso compartir la anécdota en sus redes sociales añadiendo varias imágenes del hombre.


Llorente comenzó diciendo:

Es inevitable para mí escribir. De hecho es una necesidad del alma. Describo mi día a día y, para nada soy complaciente con nada ni nadie. Sin embargo, me gusta compartir, como en lo familiar, las buenas experiencias y distinguir a las buenas personas.

Había un sol que rajaba las piedras, esperaba, como muchos, en la parada de Canimar.

Pasaron los de nivel estratosférico, los galácticos, los nivel Dios, con el logo que los descubre pero sin mínimo de solidaridad o respeto por los niños, mujeres y hombres que hacíamos señas y llegó un ómnibus de Transtur. Su chofer abrió la puerta, dió los buenos días e informó que iba para Varadero.

– «No se apuren, ni se empujen, caben todos». Segundo gesto amable. El primero fue parar y saludar.


El chofer cobró diez pesos hasta Santa Marta y no dejó botado, como hacen otros, en la explanada del antigüo aeropuerto. Llevó hasta la parada con destino a Cárdenas para que «los que vayan para allá, aprovechen el camión que está cargando». Tercer y cuarto gestos juntos. Este hombre realmente es bueno.

«Qué clase tipo este hombre, así fue desde adentro de Matanzas, comay, quedan gente buena!», le comentó dijo la periodista un señor que iba a su lado con acento oriental.

Espero a que todo el mundo se baje de la guagua, observo como responde a las gracias de todos los pasajeros y le pregunto si puedo hacerle una foto, me mira, se ríe y me dice que «si».

Es entonces que le digo: » soy periodista y quiero escribir sobre usted. Me llamo Regla Barbara.» Me interrumpe y dice: «tú eres Bárbara Llorente? Yo leo tus crónicas!»

Hago las fotos, cruzo la carretera para buscar carro para dentro de Varadero y, este hombre a quien no solicité su nombre, pasa por mi lado, rumbo a la Base de Transtur y me regala el sonido del claxon y un adiós que me supo a gloria.

Pudiera ser «una simpleza» para algunos, pero en una Cuba que necesita a gritos recobrar la solidaridad, la amistad y la unidad de sus hijos, «cada palo va haciendo monte».


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