
Las autoridades del Medio Oeste y del sur de Estados Unidos revelaron nuevos detalles sobre la detención de dos ciudadanos cubanos residentes en Florida, identificados como Yordany Cuervo y Dario Brito Permuy, acusados de operar una sofisticada red de clonación de tarjetas de crédito.
El caso, que involucra múltiples estados y grandes comercios, se ha convertido en un ejemplo de cómo este tipo de delitos continúa evolucionando pese a las medidas de seguridad vigentes en el sistema financiero estadounidense.
La persecución que llevó al arresto
Lo que al principio se presentó como una advertencia rutinaria por pequeños hurtos en un Walmart acabó transformándose en una investigación de mayor alcance que movilizó a distintos departamentos policiales. El caso dio un giro decisivo cuando testigos afirmaron haber visto a los sospechosos emprender la huida hacia la zona sur del condado de Codington, detalle que abrió una nueva ruta para los agentes.
De acuerdo con lo publicado por Watertown Current, las autoridades no tardaron en divulgar la descripción del automóvil involucrado. Esa rápida reacción permitió que las unidades policiales localizaran el vehículo y lo detuvieran a los pocos minutos.
La detención ocurrió en la carretera interestatal 29 cuando agentes policiales intentaron detener el vehículo en el que viajaban los sospechosos. Tras una breve persecución, detuvieron el automóvil y en su interior los oficiales encontraron lo que describieron como un “arsenal tecnológico” destinado a la clonación de tarjetas.
Según el informe, los agentes recuperaron más de 300 tarjetas de crédito presuntamente falsificadas, once dispositivos conocidos como “skimmers”, un lector y grabador de bandas magnéticas, además de numerosas tiras diseñadas para ser adheridas a tarjetas fraudulentas. El hallazgo reveló un nivel de preparación poco común y un método operativo altamente profesionalizado.
Impacto del fraude en Walmart y otros comercios del Medio Oeste
La investigación señala que el fraude afectó principalmente a tiendas Walmart en Iowa, Nebraska y Dakota del Sur, donde los acusados habrían utilizado las tarjetas clonadas para realizar compras de alto valor que luego eran revendidas o devueltas con el fin de obtener dinero en efectivo.
Este patrón, cada vez más frecuente en casos de crimen organizado de bajo perfil, ha generado pérdidas importantes para los comercios involucrados, obligándolos a reforzar medidas de verificación y monitoreo interno. Funcionarios locales reconocieron que el caso evidencia la dificultad de detectar transacciones fraudulentas cuando los estafadores emplean dispositivos avanzados capaces de replicar con precisión datos bancarios.
Cargos, declaraciones y situación legal actual
Cuervo y Brito Permuy enfrentan un total de 66 cargos de falsificación, correspondientes a las tarjetas y dispositivos encontrados en el vehículo. Ambos se declararon no culpables durante su comparecencia inicial ante el tribunal. Uno de los detenidos fue liberado tras pagar una fianza de 25.000 dólares, mientras que el otro permanece bajo custodia a la espera de la próxima audiencia.
Las autoridades judiciales fijaron tentativamente la fecha del juicio para el 12 de febrero de 2026, aunque no se descarta que el proceso se extienda debido al volumen de evidencias y a la posible relación con otras investigaciones en curso.
Un fenómeno en crecimiento que preocupa a las autoridades
Los cuerpos policiales advirtieron que el caso se suma a una tendencia creciente de estafas financieras basadas en la clonación electrónica de tarjetas, un fenómeno que ha ganado terreno en los últimos años debido a la disponibilidad de tecnología asequible en mercados clandestinos.
Expertos en seguridad coinciden en que la movilidad de estos grupos, capaces de operar en varios estados en cuestión de días, dificulta la labor de persecución. Además, el incremento de compras electrónicas y de autoservicio ha ampliado las oportunidades para instalar dispositivos ocultos que capturan información sensible sin ser detectados a simple vista.
Reacciones y medidas preventivas
Comercios del Medio Oeste informaron que aumentarán los controles en terminales de pago, particularmente en zonas donde los clientes insertan o deslizan sus tarjetas sin supervisión directa. Organismos financieros recomendaron a los usuarios revisar con frecuencia sus estados de cuenta, activar alertas de movimiento y evitar el uso de cajeros o máquinas lectoras que presenten signos de manipulación.
Las autoridades, por su parte, insistieron en que los consumidores deben reportar cualquier cargo sospechoso de inmediato para frenar la actividad fraudulenta.
Un delito silencioso con consecuencias amplias
Aunque en muchos casos las entidades bancarias reembolsan a las víctimas, los expertos recuerdan que el verdadero impacto del fraude se refleja en el incremento de costos operativos, el encarecimiento de servicios y la presión adicional sobre mecanismos de seguridad.
La detención de los dos cubanos en Florida, más allá del proceso judicial que ahora enfrentan, abre una conversación sobre la sofisticación de las redes dedicadas al robo de identidad financiera y la urgencia de fortalecer los sistemas de protección tanto para el comercio como para el consumidor.





