
Florida, mundialmente conocida por su clima cálido y subtropical, vivió este 12 de noviembre una mañana que quedará registrada como uno de los episodios meteorológicos más extremos de su historia. Una masa de aire ártico —desplazada inusualmente hacia el sur— provocó temperaturas que no se registraban desde hace 112 años, alterando rutinas, rompiendo récords locales y activando múltiples alarmas en varias jurisdicciones estatales.
Un evento sin precedentes para noviembre
El National Weather Service (NWS) confirmó que la ola de frío es la más intensa para un mes de noviembre desde que existen registros, comparable solo con eventos excepcionales de principios del siglo XX.
En Miami, la mínima alcanzó 8,8 °C, la cifra más baja para la fecha desde 1913. En una ciudad acostumbrada a amanecer entre 22 y 25 °C incluso en otoño, la sensación térmica sorprendió a residentes que debieron recurrir a abrigos, cobijas adicionales y calentadores domésticos.
El fenómeno fue aún más severo en regiones del norte de Florida donde se registraron 3.3°C, y otros donde los termómetros descendieron hasta los 0.6°C.
Meteorólogos destacaron que estas cifras no solo son frías para Florida, sino “extremadamente anómalas” para noviembre, un mes donde normalmente inicia un descenso suave de temperaturas, pero sin episodios de heladas severas.
Impacto inmediato en fauna, agricultura y servicios
Las consecuencias no tardaron en aparecer en el sur del estado, residentes reportaron la caída masiva de iguanas “congeladas” desde los árboles. Este comportamiento ocurre cuando los reptiles quedan inmovilizados por temperaturas extremas, generando imágenes que rápidamente se viralizaron.

La agricultura, especialmente en el cinturón central y norte, también sintió el golpe. Cultivos sensibles como cítricos, fresas, tomates y ornamentales estuvieron expuestos a daños por heladas repentinas. Productores advirtieron que las pérdidas económicas podrían calcularse en los próximos días, dependiendo de cuánto se prolongue la ola de frío.
Los refugios para personas sin hogar en Miami-Dade, Broward, Tampa y Jacksonville activaron protocolos de emergencia, ampliando cupos y extendiendo horarios para evitar casos de hipotermia. Autoridades de salud advirtieron que días como estos representan un riesgo real para personas vulnerables, especialmente adultos mayores y niños.
Infraestructuras básicas, como tuberías exteriores, sistemas eléctricos residenciales y equipos de aire acondicionado, también podrían sufrir daños si las bajas temperaturas continúan.
En varios puntos cercanos al litoral —entre ellos Coastal Dixie, Jefferson, Taylor y Wakulla—, así como en áreas más internas como Inland Franklin, Gulf y Levy, los termómetros marcaron entre –2,2°C y –0,6°C. De acuerdo con Newsweek, se trata de registros que se alejan drásticamente de lo que suele vivirse en el otoño floridano, un contraste que subraya la inusual intensidad de este descenso de temperaturas.
La región no experimentaba un frío tan severo desde 1899, año en que Tallahassee alcanzó unos estremecedores –18,9 grados Celsius. Aunque el reciente episodio no llegó a ese nivel histórico, sí logró romper varios récords locales. En Tampa, el termómetro cayó hasta los 3,8 grados, un valor que no se registraba un 11 de noviembre desde 1892. Orlando tampoco quedó atrás: reportó 2,2 grados, su mínima más baja en más de 90 años.
“Séptima temperatura más baja en la primera mitad de noviembre desde 1937; la segunda más baja para esta fecha, solo superada por los 8,8 grados del 6 de noviembre de 1950”, dijo Thierry Goose aficionado de la meteorología.
Autoridades activan alertas y medidas de prevención
El NWS y los gobiernos locales emitieron una lista de recomendaciones clave:
- Evitar exposiciones prolongadas al aire libre, especialmente durante la madrugada.
- Proteger a mascotas y animales de granja, que pueden entrar en shock térmico rápidamente.
- Cubrir plantas delicadas y cultivos en riesgo.
- Aislar tuberías en exteriores para prevenir rupturas.
- Verificar el estado de calentadores domésticos para evitar incendios o intoxicaciones.
- Buscar refugio o asistencia para personas sin hogar.
Varias ciudades, como Miami, Orlando y Jacksonville, habilitaron centros comunitarios como “warming shelters” temporales.
Un impacto que abre debates sobre variabilidad climática
Aunque el evento no superó el récord absoluto de frío registrado en 1899 en Tallahassee, los expertos coinciden en que esta ola polar es una de las más extremas de la era moderna en Florida. Climatólogos consultados señalan que fenómenos como este podrían estar relacionados con alteraciones en la corriente en chorro (jet stream), que en ocasiones permite que aire ártico descienda abruptamente hacia el sur.
El episodio también revive interrogantes sobre la vulnerabilidad de Florida a eventos atmosféricos atípicos. Mientras el estado se prepara cada año para huracanes, inundaciones y calor extremo, el frío intenso —aunque raro— puede ser igualmente devastador para su economía y su infraestructura.
Efectos en el turismo y la vida diaria
El turismo, uno de los motores económicos de Florida, también experimentó el impacto. En zonas emblemáticas como South Beach, Wynwood y los parques temáticos de Orlando, muchos visitantes optaron por cancelar actividades al aire libre o acudir a espacios cerrados.
Hoteles y restaurantes reportaron ajustes en la demanda, especialmente en experiencias playeras y paseos marítimos. Algunas actividades acuáticas fueron suspendidas temporalmente debido al frío extremo y al viento.
Las escuelas en varios condados recomendaron a los padres enviar a los niños abrigados y limitar actividades físicas al aire libre durante la mañana.
Una ola que podría repetirse
Aunque se espera una paulatina recuperación de las temperaturas en los próximos días, los meteorólogos advierten que este podría no ser el único evento frío de la temporada. Modelos climáticos indican la posibilidad de nuevas incursiones de aire polar durante el invierno, especialmente si persisten ciertas anomalías atmosféricas en el Atlántico y el Ártico.
Por ahora, Florida vive un episodio que marca un antes y un después: un recordatorio de que incluso el estado más cálido del país no está exento de los extremos climáticos.





