El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que redefine el futuro de TikTok en el país, en medio de tensiones políticas y tecnológicas con China. La medida, presentada como un equilibrio entre seguridad nacional y libertad digital, permite que la aplicación continúe operando, pero bajo un marco de control que desplaza a su matriz china ByteDance y transfiere la gestión a un consorcio de inversores estadounidenses.
Separación de ByteDance y predominio de capital estadounidense
El plan establece que las operaciones de TikTok en Estados Unidos quedarán desligadas de ByteDance, que conservará solo una participación minoritaria de alrededor del 20 %. El 80 % restante pasará a manos de un consorcio de inversores estadounidenses encabezado por Oracle y Silver Lake.
La junta directiva de la nueva empresa será dominada por ciudadanos estadounidenses, excluyendo a cualquier representante chino de los comités encargados de seguridad y políticas de datos. Con esta medida, la Casa Blanca busca evitar que Pekín tenga injerencia sobre las operaciones de la red social dentro de territorio norteamericano.
El presidente Trump afirmó que el pacto tiene la aprobación del mandatario chino, Xi Jinping, aunque por el momento no se han revelado todos los pormenores del acuerdo.
El algoritmo bajo vigilancia
Uno de los aspectos centrales de la orden ejecutiva es el control sobre el algoritmo de recomendación de TikTok, considerado su mayor activo y motor de influencia. Según la disposición, este deberá replicarse y entrenado únicamente con datos generados por usuarios estadounidenses.
El vicepresidente JD Vance aseguró que con el nuevo modelo se garantizará que “sean los inversores estadounidenses quienes tengan el control del algoritmo” que define los contenidos a los que acceden los usuarios.
El objetivo es garantizar que las decisiones sobre qué contenido se prioriza no dependan de modelos entrenados en China, evitando así sospechas de manipulación extranjera o de censura encubierta. Además, la totalidad de los datos de los usuarios en EE. UU. quedará bajo custodia de servidores y compañías locales, cerrando el acceso a cualquier entidad vinculada al gobierno chino.
Vínculos empresariales y dudas sobre independencia política
El nuevo esquema de propiedad ha despertado críticas debido a la participación de empresarios cercanos a Trump, como Larry Ellison, cofundador de Oracle, y Rupert Murdoch, magnate de los medios de comunicación. Ambos forman parte del grupo de inversores que tomarán el control de la plataforma. Asimismo, se hizo referencia al empresario Michael Dell como integrante del grupo de inversionistas.
Organizaciones de derechos digitales como Electronic Frontier Foundation, han advertido que la independencia editorial de TikTok podría verse comprometida, y que existe el riesgo de que la red se convierta en un espacio con sesgo político. Trump llegó a bromear en un mitin diciendo que TikTok sería “100 % MAGA”, lo que encendió las alarmas entre quienes temen una mayor censura hacia contenidos críticos de su administración.
Según lo informado por la administración, el corazón tecnológico de TikTok —su algoritmo, principal motivo de inquietud en Washington— será duplicado y sometido a un nuevo entrenamiento con datos exclusivamente estadounidenses. El objetivo, señalan, es blindar la plataforma frente a cualquier eventual injerencia proveniente de Pekín.
Reacciones en Washington y Pekín
La decisión de Trump cuenta con respaldo bipartidista en el Congreso. Desde hace años, tanto republicanos como demócratas presionaban por desvincular a TikTok de ByteDance, bajo el argumento de que su vínculo con China representaba una amenaza para la seguridad nacional. Sin embargo, hasta el momento no se han presentado pruebas concluyentes de manipulación directa desde Pekín.
Trump, quien en su primer mandato buscó vetar la aplicación si no se desligaba de China, ha suavizado su discurso en los últimos años y llegó a admitir que TikTok desempeñó un papel decisivo para conectar con el electorado joven durante la campaña de 2024.
Analistas internacionales interpretan esta orden como una versión más moderada de la amenaza de prohibición total que Trump impulsó en su primer mandato. Para China, la pérdida parcial de control sobre TikTok podría ser aceptable dentro de la actual disputa tecnológica, dado que la aplicación ya no es vista como un activo estratégico tan disruptivo como en años anteriores.
Impacto en la industria tecnológica y en los usuarios
La reconfiguración de TikTok podría generar cambios visibles en la experiencia de sus más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos. Si bien la aplicación seguirá operando con normalidad en el corto plazo, especialistas advierten que el proceso de replicar y reentrenar el algoritmo podría alterar las recomendaciones, modificando lo que los usuarios ven en sus pantallas.
“El riesgo es que cambios sutiles en la forma en que se alimenta el algoritmo modifiquen la experiencia de los usuarios y terminen erosionando la popularidad de la aplicación”, destacó Jasmine Enberg, especialista de eMarketer.
Para la industria tecnológica, el caso TikTok sienta un precedente: empresas extranjeras que quieran operar en EE. UU. deberán aceptar marcos de supervisión más estrictos, sobre todo cuando manejan datos masivos o algoritmos capaces de influir en la opinión pública.
Entre la seguridad y la neutralidad digital
Con esta orden ejecutiva, Trump busca presentarse como un líder que protege tanto la seguridad nacional como la soberanía digital de Estados Unidos, a la vez que evita un enfrentamiento directo con millones de jóvenes que utilizan TikTok a diario.
No obstante, persisten interrogantes sobre si la plataforma podrá mantener su neutralidad política bajo un consorcio con estrechos vínculos con el poder, y si este modelo será replicado en otras aplicaciones extranjeras que operan en el mercado estadounidense.
El desenlace abre un nuevo capítulo en la guerra tecnológica entre Washington y Pekín, marcando un punto de inflexión en cómo las grandes potencias entienden el control de datos, la influencia digital y la soberanía en la era de las redes sociales.
La orden ejecutiva rubricada por Donald Trump, que autoriza a TikTok a seguir funcionando en Estados Unidos bajo dominio de inversionistas locales, marca el cierre de un largo y complejo proceso de negociaciones.
Por varias semanas, Trump adelantó en público la opción de un entendimiento. Llegó incluso a sugerir que el acuerdo estaba a punto de concretarse, subrayando que TikTok tendría futuro en Estados Unidos siempre que se separara de su empresa matriz, ByteDance, y garantizara un compromiso firme con la seguridad nacional.