Un curioso incidente fue captado en video durante una salida de pesca en Estados Unidos, donde un enorme cocodrilo sorprendió a un cubano mientras recogía su equipo y los pescados recién capturados. Al detectar la presencia del humano, el reptil se abalanzó sobre la nevera portátil —conocida localmente como “tanqueta”— en la que se guardaban las piezas, logrando arrastrarla hacia el agua con los pescados en su interior .
Aunque el tamaño o la ubicación exacta del evento no fueron especificados por la nota original, usuarios en redes bromeaban que “definitivamente este debe ser un cocodrilo que emigró desde Pinar del Río”, en referencia jocosa al carácter oportunista del suceso, propio de ciertos estereotipos populares cubanos.
Las imágenes, publicadas tanto por CiberCuba como en redes sociales, muestran al cocodrilo con fuerza sujetando la tanqueta y arrastrándola hacia el agua, creando una escena tan insólita como viral.
Este hecho se suma a otros incidentes similares en Florida, donde la proximidad entre áreas urbanas y hábitats naturales de caimanes y cocodrilos vuelve frecuentes los encuentros inesperados.
Contexto y repercusiones
Este tipo de sucesos llama la atención sobre los riesgos y protocolos necesarios al pescar en zonas donde habitan reptiles grandes y salvajes. Autoridades locales en Florida suelen advertir a los pescadores y bañistas de mantener distancia y asegurar correctamente sus herramientas y capturas, evitando atraer a estos animales por olores o comidas.
Del lado humano, aunque no se reportaron heridos, sí quedó como anécdota viral, sumándose a episodios similares en los que cocodrilos y caimanes aparecen en video arrastrando equipos de pesca, invadiendo áreas urbanas o sorprendiéndose en patios individuales en la región.
El incidente no solo destaca el ingenio (y el hambre) de la fauna salvaje, sino también la necesidad de aumentar la precaución de quienes practican la pesca recreativa cerca de humedales y cuerpos de agua en EE. UU. Y en tono de humor, recuerda la proverbial picardía de la cultura isleña: tanto humanos como reptiles saben aprovechar oportunidades cuando aparecen.