
Tras un grupo de denuncias realizadas por la comunidad cubana en su gran mayoría sobre presunto hacinamiento en el Centro de Detención Federal en el Downtown de Miami, el congresista cubanoamericano Carlos Giménez decidió visitar este establecimiento para conocer de cerca lo que allí ocurre en realidad.
La inspección realizada por Giménez, que se extendió por más de noventa minutos, buscaba comprobar de manera directa las condiciones dentro del centro, donde están retenidos cientos de inmigrantes bajo supervisión civil. «No es un hotel», dijo a la prensa local el legislador republicano quien negó que los reclusos sufran de maltratos.
Asimismo, resaltó que los detenidos cuentas con las condiciones mínimas e indispensables como agua, comida, implementos para hacer ejercicios y además cuentan con la posibilidad de usar medios electrónicos como teléfonos móviles y computadoras. Añadió también que mantienen comunicación con sus respectivas embajadas y consulados, así como reciben ayuda legal de sus representantes. «Vi una cárcel que está bien organizada y con condiciones adecuadas», aseguró.
«No es inhumano. Y no hay nada ahí que me haría sentir, como estadounidense, no estar orgulloso de ser estadounidense y avergonzado de lo que está pasando ahí», dijo el político en contraste con lo que días atrás reportó el Miami Herald. Según el periódico estadounidense los reclusos encontraban difíciles condiciones como inodoros rotos, elevadores y aires acondicionados descompuestos, entre otros. También denunciaron el poco acceso al aire libre y agua en pésimas condiciones para consumir.
Comentó que el establecimiento puede albergar hasta 500 individuos, y en este momento cuento con 311, organizados en cuatro secciones de 125 camas cada una. Confirmó que solamente hay dos personas por habitación y que las áreas compartidas están operativas. Giménez afirmó a la prensa que no tuvo contacto directo con los detenidos, pero si observó como estos comían, veían el televisor entre otras actividades permitidas.
Declaró que cuentan con servicios de salud física y mental, así como con los medicamentos que requieren. Sobre la nutrición, indicó que les proporcionan almuerzos y cenas envasadas, además de la posibilidad de comer fuera de sus calabozos. El legislador destacó que en el establecimiento solo residen varones mayores de edad y que no están casados.
Los arrestados se encuentran en diversas fases de sus trámites migratorios: ciertos individuos poseen antecedentes delictivos o conexiones con grupos criminales, mientras que otros simplemente no tienen documentación. «Cada caso es diferente y se maneja individualmente», mencionó Carlos.
Sin embargo, el penal de Miami no ha sido el único en el debate sobre irregularidades internas que afectan los prisioneros. Desde marzo, han surgido numerosos informes sobre el Centro de Detención de Krome, ubicado en el sur de Florida. A principio del presente mes varios internos de la cárcel se aglomeraron para juntos conformar un SOS empleando para ello sábanas que se divisaban desde el aire.
Igualmente, Debbie Wasserman Schultz representante demócrata visitó el lugar y afirmó que existían entre 25 y 30 personas dentro de un área extremadamente pequeña para esa cantidad. Esto motivó a que el congresista Giménez manifestara su intención de visitar este establecimiento. «Tengo que ir a Krome para ver con mis propios ojos lo que está sucediendo allí, porque vas a tener testimonios de migrantes diciendo que está ocurriendo esto o lo otro, pero vamos a ver si es verdad», mencionó el señor de origen cubano.
Carlos Giménez admitió que el Centro de Krome a partir del mes de febrero comenzó a recibir algunos inmigrantes teniendo en cuenta que otras instalaciones de ICE no tenía la capacidad para seguir ingresando personas. El legislador subrayó que prefiere observar las circunstancias de manera directa antes de tomar cualquier decisión. Es el primer representante republicano de Florida que ha recorrido instalaciones de detención durante la administración actual.
A medida que los periodistas esperaban desde las inmediaciones del centro a que saliera Giménez se pudo divisar como desde una ventana se veía un cartel rústico con la palabra SOS. Giménez también discutió la situación migratoria a nivel nacional y expresó su desacuerdo con ciertos elementos de las políticas vigentes y de gobiernos anteriores. Aunque abogó por la importancia de aplicar la ley, se opuso a las capturas arbitrarias.
«El cumplimiento de la ley es esencial», expresó, aunque aclaró estar en desacuerdo con el encarcelamiento de personas que no han cometido crímenes y que están en proceso de regularización de sus estatus migratorios.
Haciendo alusión a las charlas con representantes del gobierno federal donde manifestó su oposición a la forma en que se está manejando la situación de los inmigrantes provenientes de naciones como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití subrayó: «Empiezan a escuchar».
Giménez quien representa el distrito 28 de la Florida indicó que abordó el tema con Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional junto a sus colegas del congreso Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar. «Hablamos con la secretaria. Le indicamos que tenemos problemas con lo que están haciendo con los cubanos, haitianos y venezolanos que viven en Miami-Dade. Estamos tomando paso por paso para llegar a un tipo de acuerdo para quienes residen en este condado», destacó Carlos y advirtió que en una sola reunión no se cambia una política, pero ellos trabajan para conseguir un acuerdo más significativo.