Cientos de hondureños han salido rumbo a la frontera estadounidense esta semana después de que dos huracanes destruyeran e inundaran áreas de Centroamérica el mes pasado.
Los migrantes salieron a pie de la ciudad norteña de San Pedro Sula hacia la frontera con Guatemala.
«Lo perdimos todo, no tenemos más remedio que irnos a Estados Unidos», dijo a la televisión hondureña un hombre de mediana edad no identificado en la caravana, según Reuters.
La caravana, la cual podría crecer a medida que se acerca a Estados Unidos, representa un desafío a los esfuerzos por limitar la inmigración ilegal de Centroamérica a tan solo semanas del inicio de la nueva administración.
La caravana también podría ser la primera de varias en salir impulsada por la precaria situación del país tras las tormentas Eta e Iota.
Joe Biden se ha comprometido a abolir muchas de las políticas de inmigración del presidente Trump, quien dejará el cargo el 20 de enero, y ha hecho de la reducción de la inmigración ilegal una prioridad absoluta.
La caravana fue custodiada por autoridades hondureñas. Por su parte las autoridades de Guatemala advirtieron a los migrantes que necesitaban pasaportes y pruebas negativas de coronavirus antes de que pudieran ingresar al país, según los informes.
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