La prestigiosa revista Vogue ha catalogado a Cuba como un naciente destino culinario con excelentes restaurantes, sobre todo los privados y una cocina creativa.
«En 1994, Castro legalizó una clase limitada de restaurante privado llamado paladar, con no más de doce asientos, a cargo exclusivamente de las casas de los cubanos. Él intermitentemente legalizó los mercados de agricultores, llamados agromercados, pero eran a menudo vacío, y ningún cubano con un salario mensual de $ 25 podría permitirse el lujo de comprar en ellos. La única manera de evitar pasar hambre era robar del estado y vender uno de los bienes robados en el mercado negro» dijo la revista como parte de la historia de las llamadas «Paladar».
La revista hizo referencia a las reformas de Raúl Castro que amplio la actividad privada y permitió que los restaurantes privados ampliaran sus espacios asi como la posibilidad de rentar locales.
La revista reconoce las limitaciones para obtener productos agrícolas pero asegura que eso no impide que muchos locales mantengan un alto nivel culinario.
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