
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a generar expectativas sobre el futuro del Partido Republicano al mencionar al senador por Florida, Marco Rubio, como posible candidato presidencial en las elecciones de 2028. Durante recientes declaraciones, el mandatario aseguró que una fórmula entre su actual vicepresidente, J.D. Vance, y Rubio sería “imparable”, sugiriendo que ambos representan la continuidad natural del movimiento MAGA tras su administración.
El 27 de octubre de 2025, Fox News difundió las declaraciones de Trump, que rápidamente circularon en X (antes Twitter) gracias al periodista Eric Daugherty, quien añadió un video donde el exmandatario elogia a los dos políticos republicanos.
“Tenemos a JD. Marco es genial. Si formaran un grupo, sería imparable”, aseguró Trump, quien no perdió la oportunidad de ridiculizar a las congresistas demócratas Alexandria Ocasio-Cortez y Jasmine Crockett, calificándolas de “bajo coeficiente intelectual”.
Elogios directos y señales de sucesión
Trump, que constitucionalmente no puede buscar un tercer mandato, ha intensificado en las últimas semanas sus referencias al futuro político del partido. “Tenemos a J.D., que es brillante, y Marco es genial», expresó en un acto reciente, dejando entrever su respaldo a un eventual tándem Vance–Rubio.
El mandatario también recordó su aprecio por Rubio durante su visita oficial a Israel, donde afirmó que el senador sería “el mejor secretario de Estado en la historia de Estados Unidos”. El comentario no pasó desapercibido entre los analistas, que interpretan la alabanza como un guiño hacia una figura con experiencia legislativa, dominio de la política internacional y ascendencia latina —tres atributos estratégicos en un partido que busca ampliar su base electoral más allá del electorado conservador tradicional.
Marco Rubio: de adversario a aliado clave del trumpismo
Rubio fue uno de los principales rivales de Trump durante las primarias republicanas de 2016. Aquella competencia, marcada por fuertes intercambios personales, dio paso con los años a una alianza pragmática. Hoy, Rubio se ha consolidado como una de las voces republicanas más influyentes en el Senado, especialmente en temas de política exterior y seguridad nacional.
Su popularidad en Florida, donde representa a una comunidad diversa y con un peso decisivo en las elecciones presidenciales, lo convierte en una figura atractiva para una futura candidatura. Rubio mantiene además fuertes lazos con la comunidad cubanoamericana, un sector que ha sido clave en la consolidación del voto republicano en el sur de Florida.
Trump y la proyección del “nuevo MAGA”
Aunque Trump continúa dominando el panorama político republicano, su insistencia en destacar a líderes emergentes como Vance y Rubio indica que busca moldear una sucesión ideológica dentro del movimiento Make America Great Again. Ambos representan, a su juicio, una mezcla de juventud, carisma y compromiso con la agenda trumpista: restricciones migratorias más severas, proteccionismo económico, defensa del “patriotismo educativo” y una política exterior más dura hacia China, Cuba y Venezuela.
Según analistas citados por medios estadounidenses, la idea de una fórmula Vance–Rubio reflejaría una estrategia geopolítica y electoral bien pensada: Vance encarna el trumpismo rural y obrero del medio oeste; Rubio, el voto latino, urbano y moderado del sur del país. Juntos, podrían tender puentes entre las distintas facciones del Partido Republicano.
Reacciones en Florida y el peso del voto hispano
En Florida, la mención de Rubio generó entusiasmo entre los votantes republicanos. En Miami-Dade, líderes locales interpretan la referencia como un reconocimiento al papel del estado como epicentro de la política nacional. Algunos dirigentes del partido destacaron que Rubio tiene el potencial de consolidar la influencia hispana dentro del GOP, especialmente entre las comunidades cubana, venezolana y nicaragüense del sur de Florida.
“Rubio representa lo mejor de ambos mundos: conoce el Senado, tiene visión internacional y puede conectar con el votante latino conservador sin perder la línea dura en política exterior”, comentó un estratega republicano del condado de Miami-Dade.
Sin embargo, voces demócratas consideran que Trump busca proyectar control sobre el futuro del partido. “Esto no es un respaldo desinteresado, sino una forma de mantener su influencia más allá de su mandato”, señaló un analista político de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Una carrera que apenas comienza
Aunque Rubio no ha hecho declaraciones oficiales sobre una eventual candidatura, su presencia en actos partidistas y su papel como asesor clave en temas internacionales sugieren que está consolidando su perfil de liderazgo. En el Capitolio, su agenda ha coincidido en varios puntos con la de la administración Trump, especialmente en materia de sanciones a regímenes autoritarios y apoyo a Israel.
El panorama para 2028 aún es incierto, pero las declaraciones del presidente dejan claro que el movimiento MAGA no se limitará a su figura personal. En palabras de un analista político citado por Politico, “Trump está escribiendo el manual de su legado: un partido moldeado a su imagen, pero con nuevos rostros que mantengan viva su narrativa”.





