Se pronuncia en redes sociales la viuda de El Dany en relación a lo que ha vivido tras dos años de su muerte

Irasiel esposa de El Dany

Iraisel, decide acudir a sus redes sociales para hablar de lo que ha vivido durante estos dos años del fallecimiento de su esposo y padre de su hija, el reguetonero cubano Daniel Muñoz, más conocido por El Dany.

Narra en su perfil de Instagram que ha tenido que sufrir ser juzgada por personas que desconocen su realidad:


“El reloj se paró y la vida se tornó gris, ‘dos años de aquel diluvio’ y como la justicia es ciega, sorda, y carente de tacto a lo que sucede, me ha tocado lidiar con gente dispuesta a opinar sobre mi infierno y ninguna dispuesta a caminarlo con mis zapatos”

“En mi peregrinación oí improperios de muchos que ni me conocían y soporté latigazos de gente que ni la mitad sabía. Caras y jueces externos que dieron por hecho que darme cátedra de justicia desde la comodidad de su casa, señalándome porque desde afuera es mucho más fácil opinar”

Haciendo alusión al popular refrán “el que empuja no se da golpes”, Iraisel agrega que esas personas “querían verme violenta, volviéndome loca en las redes porque algunos piensan que así la verdad se mostrará y mi conducta se moldearía a los estándares de jurisprudencia que algunos creían sería el perfecto”.

En relación a su actuar y esclarecimiento de las causas del fallecimiento de su joven esposo El Dany comentó:

“¡Qué difícil es vivir un luto y difundir la cordura! Según la lógica de algunos ¿Mi proceder no fue el correcto? Plasmado dejo que yo me dirigí a todos los órganos que eran requerido para hacer la reclamación legal pertinente y aunque la respuesta fue muy deficiente y escasa, no quedaba amparo legal después de la autopsia a donde yo pudiera dirigirme en busca de esclarecimiento”


“Dicen que yo debí dar más cobertura, ¿acaso las redes harían el milagro de recobrar la vida de Daniel? ¿un escándalo mediático le devolvería los latidos a su corazón?”, se pregunta la joven, agregando:

“Yo hice lo que debí, en medio de un duelo, con una niña pequeña huérfana y cargando un dolor que martillaba mi cabeza en busca de respuestas que jamás obtuve”, “He procurado no inquietarme ante el triste espectáculo de la injusticia porque ya no espero nada de los hombres, mi corazón espera la justicia divina esa que tarda, pero siempre llega, y si el Sol no es suficiente para calentar el corazón, entonces toca encender el alma, así que cuida lo que quieres porque si algo sé, es que es carísimo perder lo que no tiene precio”, “Solo quien pasó por el fuego, sabe de verdad cuanto quema, pero la gente te quiere firme, esbelta y no está permitido que demuestres que tú también sangras”, concluye con un fuerte mensaje:

No me busquen en las cenizas porque yo ahora soy un FENIX”


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