Las nuevas reformas en Cuba han comenzado a crear una gran competencia en la isla. El surgimiento de varios pequeños negocios ha comenzado a sacar las cualidades empresariales que venían dormidas en los cubanos por culpa de una política económica ineficiente y que poco estimula el desarrollo personal. Los cubanos comienzan a experimentar como el mercado comienza a controlar la oferta y la demanda así como los precios que todavía siguen por las nubes. Lo fundamental es que la competencia de estos pequeños negocios es que los cubanos comienzan a dejar el “tómalo o déjalo” atrás, la población comienza a tener opciones y lo que es mejor esas opciones nada tienen que ver con el gobierno.
Los pequeños negocios comienzan a tener websites (con ayuda del exterior), usar anuncios lumínicos, competencia en la calidad de los servicios, estrategias de marketing para aumentar ventas y en fin todas esas cosas que se usan en las economías capitalistas. Las empresas estatales también se ven ahora compitiendo con pequeños negocios privados que son mas eficientes y con mejor oferta. Esta competencia es una pequeña oportunidad para que los cubanos ganen un poco de libertad.
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