Sandro Castro envía mensaje a Destino y desata el debate en redes: “Oye, Destino, te llamé asere, te descargamos, mi hermano”

Sandro Castro y Jesús Cazorla. Foto: Video de Instagram de cazorla_espino

El nieto de Fidel Castro, Sandro Castro, volvió a colocarse en el centro de la polémica tras aparecer en un video compartido junto al youtuber cubano Jesús Cazorla, en el que envió un saludo directo al presentador dominicano conocido como Destino, figura mediática de gran arrastre entre la diáspora cubana en Miami.

Con un tono amistoso y sonriente, Sandro pronunció unas palabras que rápidamente se viralizaron: “Oye, Destino, te llamé asere, te descargamos, mi hermano.” El gesto fue interpretado como un reconocimiento público a un comunicador que suele ser crítico, irreverente y que no teme pronunciarse sobre temas sociales y políticos que afectan a los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla.


La respuesta de Destino: provocación y reafirmación de estilo

El presentador no tardó en reaccionar. Fiel a su estilo desafiante y polémico, lanzó un mensaje cargado de seguridad: “Yo soy la cabra, el que no le tiene miedo a nada ni a nadie, el que nada debe nada teme. Calienten, calienten… mi vida no la controla ni mi mamá. Y el que tenga miedo que llame a Marco Rubio o a Trump.”

Sus palabras refuerzan la imagen que ha construido en redes: un comunicador irreverente que se presenta como independiente de cualquier control y que no duda en desafiar tanto a opositores como a simpatizantes del castrismo.

Todo comenzó en una entrevista que concedió el youtuber venezolano Cazorla al programa líder de la farándula cubana en Miami, Destino Tolk cuando visitó Estados Unidos recientemente. En la conversación el entrevistador acostumbrado a poner nervioso a sus invitados le preguntó a Cazorla si tenía vínculos con el nieto del dictador motivándolo a llamarlo por teléfono, llamada que se materializó, pero quedó en suspenso el contenido de la misma y llamando la atención mediática tanto del exilio como de los seguidores en la isla.

Una figura que divide opiniones

La figura de Sandro Castro continúa siendo una de las más polarizantes en el espacio digital cubano. Muchos usuarios lo señalan como un símbolo de la desigualdad social, recordando que su vida de lujos y fiestas contrasta con la crisis económica que atraviesa la isla. Otros lo ven como un personaje carismático, capaz de burlarse de las críticas y aprovechar su apellido para construir un perfil público propio, con tintes de farándula.


Su creciente presencia en entrevistas internacionales y en proyectos de entretenimiento ha alimentado tanto la curiosidad como el rechazo. En Argentina, por ejemplo, protagonizó recientemente una entrevista televisiva en la que habló de su vida y de sus proyectos personales. A su vez, ha lanzado iniciativas musicales dentro del género urbano, incluyendo un tema vinculado a la cerveza Cristal, lo que también levantó polémicas por el vínculo entre una marca nacional y el apellido Castro.

Redes sociales como escenario de poder

El episodio con Destino confirma que Sandro Castro ha convertido las redes sociales en su principal escenario de exposición. Cada publicación, saludo o declaración desencadena intensos debates entre cubanos, tanto en la isla como en el exilio. En plataformas como Twitter, Facebook e Instagram, los comentarios sobre su saludo a Destino oscilaron entre la burla, la crítica y el asombro por la cercanía con una figura mediática radicada en Miami.

En paralelo, la respuesta del presentador dominicano demuestra cómo los influencers y creadores de contenido se han convertido en protagonistas de la conversación política y cultural de la comunidad cubana, en ocasiones con más impacto que los medios tradicionales.

Un personaje en construcción

Más allá del apellido, Sandro Castro parece decidido a construir una identidad propia en el ámbito mediático y cultural. Su saludo a Destino no fue un simple gesto: representa una forma de acercarse a figuras influyentes de la diáspora, un terreno donde el apellido Castro es, por naturaleza, controversial.

Para algunos analistas, este tipo de movimientos refleja una estrategia consciente: mantenerse en el foco de la conversación, no desde la política directa, sino desde la farándula, la música urbana y las interacciones con influencers. Para otros, se trata de un intento fallido de ganar simpatías en un espacio donde su apellido despierta rechazo casi automático.

El intercambio entre Sandro Castro y Destino suma un nuevo capítulo a la historia mediática del nieto del líder cubano. Lo que para unos es un simple saludo, para otros constituye una jugada calculada para mantener relevancia y visibilidad. En cualquier caso, confirma que su nombre seguirá apareciendo en titulares y redes, generando debates en torno a su figura, su estilo de vida y el peso del legado familiar que lo rodea.


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