El ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, dio a conocer este jueves en la Mesa Redonda informativa de la televisión estatal, que «no existe ninguna limitación para que cubanos residentes en el exterior inviertan en el país», reporta Diario de Cuba.
Lo que parece ser una propuesta desesperada en un momento en que La Habana no tiene liquidez, y necesita urgentemente dólares para ingresar a sus arcas.
Según Malmierca, el Ministerio de Comercio Exterior «estudia en este momento un grupo de incentivos, no solo fiscales, que podrían mejorar el funcionamiento de la inversión extranjera en el país».
Uno de ellos orientado a «flexibilizar los objetos sociales de las empresas con capital extranjero y favorecer los encadenamientos con el resto de la economía cubana, incluyendo el sector no estatal».
Aunque la Ley de Inversión Extranjera vigente define al Inversionista foráneo como «persona natural o jurídica, con domicilio y capital en el extranjero», no estableciendo diferencias para los emigrados cubanos, es común que las autoridades de la Isla rechacen las propuestas presentadas por los nacionales que residen en el extranjero.
De acuerdo a Diario de Cuba, «la Ley sí es claramente excluyente respecto a la participación de los cubanos independientes del Estado», porque la personalidad jurídica se limita a empresas estatales o a «cooperativas».
Dentro de los anuncios de este jueves, el titular de Comercio adelantó que se aplicará a tramitación y aprobación automática de la prórroga de negocios con capital extranjero en operaciones, por un año, asimismo de las que se venzan durante la desescalada.
El Gobierno cubano ha trabajado en grandes proyectos de inversión extranjera, pero aseguró Malmierca, ahora está abierto para otros de menor relevancia.
Porque a juicio del castrismo «hay que darle un espacio a los proyectos con pequeñas empresas, los cuales resuelven problemas de la economía local y territorial», puntualizó.
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