
El creador de contenido cubano Pollito Tropical, una de las figuras más queridas y mediáticas de la comunidad latina en redes sociales, habló públicamente sobre su decisión de abandonar La Casa de Alofoke, el polémico reality show dominicano producido por Santiago Matías.
Su mensaje, dirigido directamente a sus seguidores, ha generado un amplio intercambio en plataformas digitales y ha reavivado el debate sobre el impacto psicológico de estos formatos televisivos de los tiempos modernos.
Un ingreso lleno de expectativas que terminó en agotamiento emocional
Cuando Pollito Tropical ingresó al programa, lo hizo con una mezcla de entusiasmo y sentido de responsabilidad hacia su audiencia. Su presencia en el reality prometía dinamismo, humor y contenido atractivo para los millones de seguidores que lo han convertido en una de las voces más influyentes del entretenimiento digital cubano.
Sin embargo, su experiencia dentro del proyecto tomó un rumbo inesperado. El influencer confesó que el ambiente de presión constante, las tensiones internas y el ritmo de exposición diaria terminaron erosionando su bienestar emocional. “Esta fue una de las decisiones más difíciles de mi vida”, explicó.
Un conflicto temprano con Santiago Matías marcó el rumbo
Fuentes dentro del programa y el propio testimonio de Pollito Tropical señalan que, desde los primeros días, surgieron diferencias con el productor Santiago Matías. Aunque no profundizó en los detalles, el influencer sugirió que estas fricciones crearon un clima complejo que dificultó su participación plena. “Allá dentro no me sentía bien mentalmente como para seguir dando contenido”, agregó Pollito.
La estructura del reality, centrada en confrontaciones, retos de convivencia y dinámicas de tensión, acentuó la incomodidad del creador de contenido, quien afirmó que llegó a sentirse estancado, limitado y sin espacio para expresar su creatividad: “Literalmente me decían que era un mueble porque no se podía hacer más nada”, destacó el cubano.
El influencer acompañó su mensaje con un video que recorre los momentos más significativos de su estancia en el concurso, donde aparece viviendo escenas cargadas de emoción y compartiendo experiencias con otros concursantes.
“A veces uno no se da cuenta de lo fuerte que ha sido hasta que mira atrás… Me llevo risas, abrazos y aprendizajes”, comentó el creador de contenido quien se disculpó con sus seguidores en un video posterior por decepcionarlos, lo cual rápidamente conllevó a una ola de respaldo emocional hacia él.
El apoyo de los “corazones amarillos”: un motor para seguir adelante
A pesar de su salida anticipada, Pollito Tropical afirmó sentirse ganador gracias al respaldo de su comunidad. “Mis corazones amarillos” —como llama a sus seguidores— se mantuvieron activos en votaciones, comentarios y campañas de apoyo durante su estadía en la casa.
El influencer destacó que ese cariño fue esencial para sobrellevar los momentos difíciles y también para tomar la decisión de abandonar el programa a tiempo, antes de que la experiencia afectara más profundamente su bienestar emocional: “Ustedes me hicieron sentir acompañado incluso en los días más duros.”
La presión de los realities: un modelo que pasa factura
La salida de Pollito Tropical se suma a un creciente número de abandonos y quejas de participantes de este tipo de programas en toda la región. Psicólogos consultados por distintos medios han señalado que los realities intensivos —en los que la convivencia es grabada las 24 horas del día— pueden generar ansiedad, agotamiento emocional e incluso episodios de aislamiento y confusión mental.
En el caso de La Casa de Alofoke, las críticas han sido constantes desde su lanzamiento: acusaciones de manipulación editorial, conflictos provocados intencionalmente y episodios de tensión extrema que han sido señalados por parte de la audiencia como “combustible emocional” para subir la audiencia.
La salida del influencer cubano vuelve a poner en el centro la necesidad de establecer protocolos de cuidado psicológico para participantes, una demanda que ha ido creciendo en la industria del entretenimiento latino.
Una pausa necesaria, pero no definitiva
En su mensaje, el creador de contenido enfatizó que este no es un adiós a su carrera en redes sociales. Se tomará una pausa para recuperar su estabilidad emocional, reorganizar ideas y regresar con proyectos más auténticos y alineados con su esencia creativa.
La salida del cubano se produce en un momento en que su carrera atraviesa uno de sus picos de popularidad, lo que ha generado reacciones mixtas entre seguidores y figuras del entretenimiento. Muchos lo aplauden por priorizar su salud mental; otros lamentan su ausencia del reality y consideran que su participación aportaba frescura y diversidad al formato.
Reacciones en redes y el impacto en la imagen del reality
La decisión de Pollito Tropical generó miles de comentarios en X, Instagram y TikTok. Algunos usuarios denunciaron las presiones que, según ellos, el programa ejerce sobre los participantes, mientras otros criticaron la gestión del productor Santiago Matías.
La Casa de Alofoke también enfrenta ahora cuestionamientos sobre su ambiente interno y el manejo de conflictos, especialmente tras las recientes polémicas protagonizadas por otros concursantes.
Para muchos seguidores, la salida de Pollito es una señal de alarma sobre el tipo de dinámicas que se normalizan en la televisión de entretenimiento.





