Peleas en una cola para adquirir pañales desechables confirman la escasez de productos de primera necesidad y la corrupción en Cuba

Ante la crisis económica que atraviesa Cuba, el gobierno ha adoptado una serie de medidas, entre ellas, la racionalización de la venta de productos de primera necesidad en tiendas TRD y Caribe en moneda nacional. Inicialmente, sólo formaban parte de este sistema de racionalización  5 productos fundamentales: pollo, picadillo, salchicha, aceite y detergente, sin embargo posteriormente fueron incluidos otros como los pañales desechables, toallitas húmedas y almohadillas sanitarias.

Esta estrategia surgió en el año 2022 con el objetivo de que cada núcleo familiar pudiese comprar de forma más equitativa y organizada, sin embargo la realidad muestra lo contrario.


Recientemente fue compartido por el periodista de Univisión, Mario Vallejo, en Facebook, un video que refleja a una gran cantidad de personas afuera de una tienda de venta en moneda nacional en la localidad de Mantilla, perteneciente al municipio capitalino de Arroyo Naranjo, quienes estaban realizando la cola para comprar pañales desechables. 

En el video algunas personas reaccionaron con gran enojo, intentando incluso entrar violentamente a la tienda, ante la salida con varios paquetes de pañales de dos jóvenes que se presume son revendedores, cuestionando el ejercicio corrupto en el desempeño de sus funciones de los trabajadores del establecimiento comercial que ofrecen la oportunidad a unos pocos de adquirir más productos en contra de lo establecido, ya sea para obtener ganancias o como parte del sociolismo que predomina en la isla, en detrimento de muchos que sí necesitan este producto para sus bebés o para familiares que están enfermos o son ancianos y que luego tienen que comprarlo a precios exorbitantes. Al respecto uno de los integrantes de la cola expresó: «Hasta cuándo, hasta cuándo, se han llevado todos los culeros». 

Lo cierto es que si bien la adquisición de estos productos en moneda nacional de forma racionada constituye un alivio para los consumidores, no cubre la alta demanda que estos tienen, por lo que al final los necesitados se ven obligados a recurrir al mercado informal y ello garantiza en consecuencia que los revendedores mantengan su negocio particular y continúen enriqueciéndose.

La publicación de Vallejo ha generado varios comentarios. Entre ellos se encuentra el de Jenny Blanco, quien señaló: «En Cuba la miseria lo que da es eso…A la cara el revendedor compra por cantidad y al que de verdad lo necesita solo le dejan comprar dos paquetes… esa inflación nunca acaba». Luis Lafargue, por su parte, expresó: «Es un descaro desde que hay situación los revendedores y las trabajadoras de las tiendas se han hecho millonarios y nadie hace nada».

Este hecho es uno de los tantos que evidencia el mal funcionamiento de dicho sistema de racionalización permeado por  la corrupción y la desorganización.


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