Una cubana de 38 años identificada como Katia Pérez Baute terminó detenida por agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas, Texas, a pesar de sufrir una condición médica delicada que compromete su vida. Su caso ha despertado preocupación entre activistas y la comunidad cubana en Estados Unidos, al evidenciar los vacíos humanitarios en la aplicación de la ley migratoria.
En su cuenta de Instagram el periodista cubano Javier Díaz expuso detalles de su situación migratoria y de salud con el fin de darle visibilidad al caso con el fin de que las autoridades busquen la mejor solución para esta mujer.
De esperar la residencia a ser arrestada
De acuerdo con el reportero Pérez Baute llegó a Estados Unidos en 2022 bajo el documento I-220A, conocido como “liberación bajo palabra”, un estatus temporal otorgado a migrantes cubanos mientras sus casos son evaluados en tribunales.
Fuentes cercanas afirman que desde su llegada ha cumplido con todas las citas judiciales, manteniendo una conducta ejemplar y un empleo estable. Incluso, aseguran que en su última revisión migratoria se le informó que debía esperar por su residencia, pero lo que recibió fue una orden de arresto y traslado a un centro de detención.
Su próxima audiencia ante un juez de inmigración fue fijada para el 4 de noviembre, mientras permanece bajo custodia de ICE. Su familia teme que la mujer sea deportada a Cuba, donde —advierten— su condición médica podría empeorar drásticamente.
Paciente oncológica desde la infancia
Katia padece desde los tres años un tumor de Wilms, un tipo de cáncer renal infantil que la obligó a someterse a dos cirugías mayores. Actualmente vive con medio riñón y depende de medicamentos como Tramadol y Gabapentin para controlar el dolor y proteger su sistema nervioso.
Su cuadro clínico requiere supervisión médica constante, una dieta controlada y acceso a tratamientos que no siempre están disponibles en centros de detención. Además, su sistema inmunológico debilitado la hace especialmente vulnerable a infecciones o complicaciones derivadas de las condiciones carcelarias.
Riesgo humanitario ante una posible deportación
Los familiares y allegados de Katia han pedido a las autoridades estadounidenses que reconsideren su detención y evalúen su caso bajo criterios de compasión humanitaria, un recurso que ICE puede aplicar cuando el arresto pone en riesgo la vida del detenido.
“En Cuba no hay medicamentos suficientes ni condiciones hospitalarias adecuadas para pacientes como ella”, alertó una fuente cercana a su familia. “Una deportación podría significar una condena a muerte”.
La mujer, natural de Camagüey, se ha mantenido trabajando y contribuyendo a la comunidad desde su llegada a Texas. Para su entorno, representa “otro ejemplo de migrantes de bien que llegaron buscando libertad, una oportunidad laboral y, en su caso, una esperanza de vida”.
Reacciones de la comunidad
«Dios la proteja de la deportación y sea liberada de inmediato». Pero la seria condición de salud fue antes o después que la detuvieran, todo el mundo está bien hasta que lo detienen». «Que terrible lo que está haciendo el gobierno, hay que meterlos en prisión», son algunos de los comentarios de los internautas.
Un caso que refleja la vulnerabilidad de miles de cubanos con I-220A
El caso de Katia Pérez Baute no es aislado. En los últimos meses, decenas de cubanos con documentos I-220A han sido citados o detenidos por ICE pese a no tener antecedentes penales. Este documento, emitido por el Departamento de Seguridad Nacional, no garantiza un estatus legal permanente, y su interpretación ha generado confusión incluso entre los propios migrantes.
Mientras algunos tribunales han reconocido que los portadores de I-220A pueden solicitar asilo o ajuste de estatus bajo la Ley de Ajuste Cubano, otros han determinado que el documento no equivale a una entrada formal, complicando la obtención de residencia.
Llamado a una revisión humanitaria
Activistas y abogados de inmigración insisten en que casos como el de Katia requieren un enfoque humanitario y médico urgente, recordando que las detenciones prolongadas de personas con enfermedades crónicas violan estándares internacionales de derechos humanos.
Diversas organizaciones proinmigrantes de Texas ya evalúan intervenir legalmente o presentar solicitudes de libertad bajo fianza médica, mientras la comunidad cubana en Dallas organiza campañas de apoyo y visibilización en redes sociales. “Su vida depende de una decisión administrativa”, señaló un defensor comunitario. “No se trata solo de un caso migratorio, sino de un asunto de humanidad”.