
La experiencia de lujo y diversión que promete el Icon of the Seas, el crucero más grande del mundo operado por Royal Caribbean International, se vio interrumpida por un incidente que ha generado preocupación entre pasajeros y expertos en seguridad marítima.
Durante la jornada, uno de los toboganes acuáticos del parque acuático a bordo sufrió la rotura de un panel acrílico mientras un pasajero adulto se deslizaba a toda velocidad. El impacto provocó un agujero considerable en la estructura, ocasionando la salida repentina de agua y dejando al pasajero con lesiones que, según la compañía, no ponen en riesgo su vida.
Videos grabados por otros turistas muestran el momento exacto en que el panel se rompe y se escuchan gritos de pánico. El pasajero herido logró mantenerse dentro del tobogán, evitando una caída que podría haber tenido consecuencias mucho más graves.
La empresa Royal Caribbean confirmó que el afectado se encuentra en condición estable y bajo atención médica en el barco. Además, se ordenó el cierre inmediato del tobogán por el resto del itinerario para su inspección y reparación. Sin embargo, algunos pasajeros aseguraron que no recibieron una notificación oficial por parte de la tripulación, lo que generó confusión y temor.
«Nuestro equipo brindó atención médica a un pasajero adulto cuando se desprendió un vidrio acrílico de un tobogán acuático al pasar por él. El pasajero está recibiendo tratamiento por sus lesiones. El tobogán acuático permanecerá cerrado durante el resto del viaje, pendiente a una investigación», destaca el comunicado.
Pasajeros que presenciaron el accidente dijeron sentirse “impactados” y aseguraron que reconsiderarían usar toboganes en futuros viajes. “Uno viene a relajarse y divertirse, no a correr riesgos”, expresó una turista que viajaba con su familia, mientras otro afirmó: «Vimos el agujero, salía agua, fue un poco perturbador verlo porque era un tobogán muy loco, y daba mucho miedo».
Expertos en seguridad marítima señalan que las atracciones acuáticas en cruceros deben someterse a rigurosos protocolos de inspección y mantenimiento, especialmente en barcos de gran envergadura donde miles de pasajeros usan estas instalaciones diariamente. “Aunque este tipo de accidentes son poco frecuentes, un fallo estructural en un tobogán a gran altura puede tener consecuencias catastróficas”, advierte un consultor independiente en ingeniería naval.
El Icon of the Seas, botado a principios de 2024 y con puerto base en Miami, es considerado un coloso de los mares, con capacidad para más de 7,000 pasajeros y atracciones de última generación, incluyendo varios toboganes de alta velocidad y zonas acuáticas familiares. Este incidente se suma a una serie de percances menores reportados en la industria de cruceros este año, lo que ha encendido el debate sobre la seguridad y supervisión de parques acuáticos en altamar.
Las autoridades marítimas podrían solicitar un informe técnico del incidente, ya que este tipo de fallos pueden influir en las regulaciones futuras para cruceros que operan en aguas estadounidenses e internacionales. Mientras tanto, Royal Caribbean mantiene el resto de las atracciones operativas, aunque con protocolos de revisión reforzados para garantizar la seguridad de sus huéspedes.