La actriz, modelo y cantante cubana Haniset Rodríguez, conocida por su participación en la televisión hispana de Miami y por su relación con el presentador Carlos Otero, denunció públicamente que fue víctima de una estafa inmobiliaria millonaria en el suroeste de Florida. Según su testimonio, no solo perdió sus ahorros, sino también su estabilidad emocional, su motivación profesional y su presencia en redes sociales durante más de un año.
«Me estafaron, esa es la razón por la que he estado desaparecida de las redes sociales”, confesó Rodríguez en un video difundido en su perfil de Instagram, donde reveló los detalles de un complejo esquema de fraude que afectó a al menos once familias, todas residentes en la zona de Cape Coral, condado de Lee.
El fraude: terrenos vacíos, contratos falsos y una constructora fantasma
Rodríguez explicó que fue víctima de una trama que involucraba la compra de terrenos, supuestamente destinados a la construcción de casas familiares. La inversión fue canalizada a través de una constructora que se presentaba como legítima, con licencias en regla y documentación aparentemente válida. Todo el proceso se llevó a cabo con el respaldo de una agente inmobiliaria en la que confiaba plenamente.
“Todo se hizo de manera legal, con documentos firmados y aparentemente en orden. Jamás pensé que me iba a pasar lo que pasó. Estas personas desaparecieron, no contestaban teléfonos y nunca hicieron absolutamente nada”, aseguró la modelo. Pero con el paso de los meses, la obra nunca comenzó, las comunicaciones se volvieron intermitentes, y eventualmente los responsables desaparecieron, dejando a las víctimas sin respuestas ni reembolsos.
“Llamábamos y nadie contestaba. Las oficinas cerradas. Todo era una fachada. Nos dimos cuenta de que habíamos caído en una estafa profesionalmente montada”, relató.
Otras víctimas: ahorros de toda una vida y desesperación
Rodríguez no fue la única afectada, según confirmó en su testimonio, al menos 11 familias latinas —entre ellas ancianos y padres de familia— invirtieron sumas que oscilan entre $70,000 y $100,000 por terreno, convencidas de que se trataba de un negocio legítimo de desarrollo urbano en crecimiento.
“La mayoría de nosotros somos inmigrantes que venimos a este país a trabajar duro. Muchos entregaron sus ahorros de toda la vida. Hay personas mayores que ahora no saben cómo van a seguir adelante”, lamentó la presentadora.
Algunas víctimas, según contó, han sufrido episodios graves de ansiedad, depresión e incluso problemas de salud vinculados al estrés provocado por el engaño.
Impacto emocional: “Perdí la motivación para todo”
La experiencia dejó a Rodríguez emocionalmente devastada. En su video, describió el proceso como uno de los más dolorosos de su vida: “El daño emocional ha sido increíble, tanto para mí como para las demás personas. Hubo quienes quisieron quitarse la vida. Imagínense una persona mayor que trabajó toda su vida para guardar un dinero y de pronto se lo arrebatan”.
“Yo creía que estaba haciendo todo bien, con documentos, con profesionales, con contratos legales… pero aun así fui víctima”, explicó. Esta situación la llevó a retirarse de la vida pública, mantener silencio absoluto y tratar de procesar emocionalmente lo ocurrido antes de compartirlo.
Batalla legal: fallo a favor, pero sin garantías de recuperación
Rodríguez aseguró que emprendió acciones legales contra los responsables del fraude y que, tras un largo proceso, obtuvo una sentencia favorable en corte. Sin embargo, recuperar el dinero será otra historia.
“Gracias a Dios ya tengo la demanda a mi favor. Ahora hay que esperar el proceso de recolección de ese dinero que espero que se me devuelva, porque es lo único que he querido hasta ahora”, afirmó la modelo.
La modelo instó a otras víctimas a no quedarse calladas y a denunciar, aunque reconoció que muchas personas no lo hacen por miedo, por desconfianza en el sistema o simplemente por vergüenza.
Influencers señalados: “Promocionan sin saber”
En una parte especialmente crítica de su testimonio, Haniset Rodríguez advirtió que algunos influencers y artistas cubanos en redes sociales han promocionado —con o sin conocimiento— a estos mismos estafadores.
“Muchos de estos negocios llegaron a nosotros porque personas públicas los recomendaban. A veces por dinero, otras por ignorancia, pero eso también es irresponsable. No puedes vender tu imagen a cualquier cosa”, denunció, sin dar nombres concretos.
Pidió a sus colegas y a la comunidad ser más cautelosos, investigar a fondo antes de invertir o promocionar productos y servicios, y desconfiar de promesas de retorno rápido en el mundo inmobiliario.
Contexto: fraudes inmobiliarios en aumento en Florida
Casos como el de Rodríguez no son aislados. Según datos del Departamento de Regulación Profesional y Comercial de Florida (DBPR), el estado ha registrado un aumento sostenido en denuncias de fraudes inmobiliarios en zonas como Cape Coral, Lehigh Acres y otras áreas en expansión.
Muchos estafadores se aprovechan de la alta demanda de vivienda, la falta de inspección adecuada en ciertos municipios y la vulnerabilidad de inmigrantes que no dominan el inglés o desconocen el sistema legal estadounidense.
En 2024, el FBI incluyó el fraude inmobiliario entre los principales delitos financieros en el sur de la Florida, con pérdidas totales que superan los $350 millones anuales, especialmente vinculados a ventas ficticias de terrenos, empresas fantasmas y manipulación de documentos notariales.
Un llamado a la comunidad: “Aprendí a la fuerza”
Haniset concluyó su mensaje con un llamado urgente a la comunidad hispana y a sus seguidores: “Aprendí a la fuerza que uno no puede confiar a ciegas, ni en documentos, ni en gente conocida, ni en lo que parece profesional. Si algo suena demasiado perfecto, probablemente no lo es”.
A pesar del trauma vivido, expresó que contar su historia es también una forma de reconstruirse: “Si alguien puede evitar pasar por lo que yo pasé gracias a este testimonio, entonces valió la pena romper el silencio”.