
Para que un cubano pueda hacer uso de embarcaciones turísticas para navegar incluso cerca de las costas debe tener licencia de pescador o estar casado con un extranjero, en tal caso el extranjero deber solicitar un permiso especial el cual puede ser no aprobado sin dar muchas explicaciones. Esta absurda prohibición ha quedado en el olvido de las reformas que ahora permite a «casi» todos los cubanos viajar sin problemas pero no deja a los cubanos disfrutar de sus costas con la libertad que nadie nos debió haber quitado.
En Cuba son tantas las prohibiciones absurdas y es tan ineficiente el gobierno que tiene que habría que destruir todas las leyes y mandamientos existentes y comenzar a construir el país desde cero y no a pedazos poniendo parches como hace el gobierno de los Castro.






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