Jugador de los Marlins admite haber mentido sobre red cubana de contrabando

El jugador baseball del equipo de los Miami Marlins, Adeiny Hechavarria, confesó a un jurado federal el viernes que mintió a los investigadores sobre el conocimiento de una figura clave en una supuesta red de contrabando de jugadores cubanos vinculada a un agente deportivo y entrenador de la Florida.


Hechavarria testificó en el juicio del agente Bartolo Hernández y el entrenador Julio Estrada, quienes son acusados ​​de conspiración y contrabando de extranjeros. Hechavarria admitió haber mentido a agentes federales en una entrevista de 2012 sobre conocer a un hombre que ayudó a organizar viajes de contrabando y obtener documentos de jugadores cubanos. En ese momento Hechavarría dijo no hablar casi inglés, por lo que Hernández actuó como traductor en la entrevista para él.

«Estaba un poco nervioso y no quería decir la verdad, y no quería ser un soplón», declaró Hechavarría.

Después de la entrevista con los investigadores, Hechavarría dijo que Hernández le preguntó por qué no admitió todo lo que sabía a pesa de que Lazo y Hernández le habían aconsejado decir toda la verdad al FBI. El abogado de Hernández, Daniel Rashbaum dijo a los miembros del jurado fuera de la sala que los fiscales federales buscaron incorrectamente.

«El gobierno está llevando a estos testigos a contar sólo parte de la historia», dijo Rashbaum.

El próximo martes, Hechavarría regresará para dar seguimiento a su testimonio. El Departamento de Justicia le prometió en una carta que no presentarían cargos contra él en el caso de contrabando, si Hechevarría atestigua con la verdad en el juicio.


Los Marlins obtuvieron a Hechavarria en un intercambio multijugador para 2012 con los Blue Jays de Toronto, con quienes firmó originalmente tras dejar Cuba por 10 millones de dólares.

Los fiscales explicaron que la red de contrabando empleó falsificaciones y fraude para obtener muchos de los documentos que eran requeridos, como poner trabajos falsos para los jugadores en documentos de residencia mexicanos. En el caso de Hechavarria, por ejemplo, su puesto de trabajo fue denominado como «supervisor de área» para una empresa mexicana.

Hechavarria también testificó que después de su llegada a los Estados Unidos, pagó entre 10.000 y 12.000 dólares a una mujer que formaba parte de la presunta operación de contrabando para sacar a su madre de Cuba.


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