Este jueves arribó a la isla de Cuba el octavo vuelo de deportación del año en curso procedente de Estados Unidos con 37 migrantes irregulares.
Entre los deportados se encuentra el cubano Yoan Enriquez, quien ingresó a territorio estadounidense hace casi tres años a través de su frontera terrestre con México. Sin embargo, el joven perdió su entrevista de miedo creíble, por lo que las autoridades migratorias le otorgaron en aquel momento el formulario I-220 B que constituye una orden de deportación que le permite a la persona estar en libertad bajo supervisión en tanto no se haga efectiva dicha deportación.
Desafortunadamente, a mediados del mes pasado Yoan, quien tiene una bebé de apenas tres meses, asistió a la cita programada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en las oficinas ubicadas en Tampa y para su sorpresa fue recluido en el Broward Transitional Center.
Desde allí suplicó para que no lo separaran de su familia, alegando: «Por favor no me alejen de mi niña, no me alejen de mi mamá , de mi abuela, de mi esposa, de mis seres queridos».
A pesar del ingente esfuerzo de su abogado por frenar la deportación apelando a razones humanitarias, la mentada agencia le denegó dicha solicitud y en consecuencia el joven fue retornado a la isla.
La Embajada de Estados Unidos en Cuba dio a conocer la noticia a través de una publicación en la red social X, agregando: «No ponga en riesgo su seguridad ni la de su familia. Viaje seguro y legal».
Esa fue la segunda operación de devolución que se realizó hacia la isla el pasado mes de noviembre, pues la primera tuvo lugar el día 15, ocasión en la que fueron repatriados por las autoridades mexicanas 43 migrantes irregulares.
Según el Ministerio del Interior de la República de Cuba, durante el año en curso, han sido devueltos 5144 cubanos desde varios países de la región, fundamentalmente Estados Unidos, México, República Dominicana, Belice, Bahamas e Islas Caimán.
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