
La justicia del condado Miami-Dade impuso una condena de 10 años y medio de prisión a la cubana Ana María Nuñez, una mujer de 69 años con un extenso historial criminal, por defraudar a una anciana de 78 años que enfrentaba un cáncer terminal. El caso ha generado indignación en la comunidad debido a la manera meticulosa y fría en que la estafadora se aprovechó de la vulnerabilidad de la víctima, Zoraida Economopoulos, en sus últimos meses de vida.
La investigación reveló que Nuñez se presentó ante la víctima como una figura de confianza y logró obtener un poder notarial (power of attorney) suplantando la identidad de la hija de Economopoulos. Este documento le permitió controlar cuentas bancarias, activos y decisiones financieras de la víctima, culminando en un robo superior a $430.000.
Para los fiscales, el caso representa uno de los ejemplos más devastadores de abuso financiero contra personas mayores en el sur de Florida, una región donde este tipo de delitos ha crecido en los últimos años debido a la alta población de adultos mayores y al uso cada vez más sofisticado de manipulaciones legales y emocionales.
El veredicto del jurado y el peso de un historial criminal de décadas
El jurado encontró a Nuñez culpable de cuatro felonías graves el pasado 11 de septiembre, un fallo sustentado en documentos falsificados, movimientos bancarios sospechosos y testimonios que demostraron que la acusada actuó con total conocimiento y voluntad de engaño.
Esta sentencia se suma a un largo expediente criminal: Nuñez acumula 16 condenas previas por fraude y robo, lo que la convierte en una estafadora reincidente cuya actividad delictiva se ha extendido durante décadas. Para la fiscalía, su reincidencia refuerza la necesidad de aplicar una condena severa que funcione tanto como castigo como medida de protección para la comunidad.
Además de la pena de prisión, la jueza ordenó el pago de $159.000 en restitución a los familiares de Economopoulos. Sin embargo, las autoridades reconocieron que es prácticamente imposible recuperar la totalidad del dinero robado.
Una víctima en sus últimos días: el abuso más extremo de vulnerabilidad
Zoraida Economopoulos luchaba contra un cáncer de vejiga en fase terminal cuando Nuñez irrumpió en su vida. Según los fiscales, la acusada comenzó a ganarse su confianza en un momento de fragilidad emocional, aislamiento y dependencia. La víctima no pudo identificar completamente la magnitud del fraude debido a su condición médica.
Familiares describieron a Economopoulos como una mujer trabajadora, que había ahorrado durante toda su vida para dejar cierta estabilidad económica a sus seres queridos. Su muerte ocurrió poco después de que se descubriera la estafa, añadiendo un componente profundamente doloroso al caso.
Nuevas acusaciones amplían su historial: una presunta estafa con “satélites para China”
Lejos de estar limitada al caso de Economopoulos, Nuñez enfrenta actualmente otro proceso penal por presuntamente estafar $105.000 a un dueño de barbería en Miami. Según la acusación, la mujer prometió al comerciante la posibilidad de invertir en una empresa ficticia que —según ella— se dedicaba a vender satélites a China.
El esquema habría seguido un patrón similar: crear una oportunidad de inversión “exclusiva”, ofrecer retornos rápidos y convencer a la víctima de entregar grandes sumas de dinero que nunca volvieron. La audiencia judicial por este caso está programada para el 18 de diciembre.
Una tendencia preocupante: Florida, epicentro de estafas contra personas mayores
Organizaciones de defensa de adultos mayores y autoridades estatales coinciden en que Florida enfrenta una creciente ola de fraudes dirigidos a personas de la tercera edad. Entre las formas más comunes se encuentran, obtención fraudulenta de poderes legales, suplantación de identidad de familiares o cuidadores, manipulación emocional de personas enfermas o aisladas y transferencias bancarias forzadas o engañosas.
Según el Departamento de Justicia, el abuso financiero contra adultos mayores genera pérdidas superiores a $3,000 millones al año en Estados Unidos, aunque se considera que la cifra real es mucho mayor por la cantidad de casos no denunciados.
El sistema judicial responde: un mensaje contundente para proteger a los más vulnerables
La fiscalía insistió en que el castigo impuesto a Nuñez debe servir como advertencia para quienes buscan aprovecharse de personas mayores, especialmente aquellas que padecen enfermedades graves o carecen de apoyo familiar cercano. “La ciudadanía debe entender que estos crímenes no solo vacían cuentas bancarias: destruyen confianza, tranquilidad y dignidad en los momentos más frágiles de la vida”, señaló uno de los fiscales durante la audiencia.
Aunque la pena no puede devolver lo perdido a la familia de Economopoulos, los familiares expresaron alivio al saber que la responsable no podrá continuar estafando a otros ciudadanos en un futuro cercano.
Una pregunta abierta: ¿podría haberse evitado este caso?
Expertos plantean que la tragedia de Economopoulos podría haberse evitado con mayor supervisión en la emisión de poderes notariales, un sistema más rígido de verificación de identidad y redes de apoyo comunitarias más activas para personas en condición de enfermedad terminal.
El caso reaviva el debate sobre la necesidad de fortalecer mecanismos legales para impedir que terceros —sin relación ni certificación profesional— asuman control financiero de adultos mayores vulnerables.





