“Transformar el enfrentamiento en diálogo” se titula la hoja de ruta para el nuevo Gobierno cubano que Amnistía Internacional dio a conocer este lunes.
La organización con sede en Londres, brinda una guía para mejorar el pésimo historial de Cuba con respecto a los derechos humanos, y debe suponer así “el anuncio de una nueva era para los Derechos Humanos (DDHH)” en la Mayor de las Antillas.
El 18 de abril, fecha dada a conocer a última hora para la sucesión de poder en la Isla, Raúl Castro entregará el cargo de presidente de Cuba, y según AI, se trata de una “oportunidad histórica” con el fin de “entablar un diálogo esencial y constructivo sobre el futuro de Cuba”.
Erika Guevara, directora para las Américas de AI, sostiene que el nuevo presidente del país debe “consolidar los progresos en Cuba en materia de DDHH, en áreas como el acceso a la asistencia médica y a la educación”.
Amnistía tiene vetada la entrada al país comunista desde hace casi tres décadas, su representante hace un llamado para que Cuba aborde las “restricciones que persisten sobre el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica”.
De igual modo, Guevara apunta que las autoridades “deben garantizar los derechos de toda la población cubana”, incluso de los opositores al régimen.
La directora de AI insta a acabar con la censura lo más pronto posible, y la necesidad de poner el sistema de justicia penal en consonancia con las normas internacionales, así como abordar la discriminación en todas sus facetas.
Pone un énfasis en las “detenciones y actos de intimidación y acoso contra activistas y periodistas independientes”.
Y propone en su agenda de Derechos Humanos para la Isla la adopción de quince medidas concretas en cinco áreas fundamentales para hacer frente a los “acuciantes retos pendientes desde hace tiempo que el nuevo gobierno debería considerar prioritarios”.
Dentro de las medidas, El Nuevo Herald señala la urgencia de que el nuevo Gobierno de Cuba inicie una “relación constructiva” con los observadores internacionales de derechos humanos.
Se lleven a cabo reformas que incluyan la libertad de prensa, y la puesta en práctica de leyes integrales contra la discriminación.
Entre otras demandas, como un permiso para poder inscribir todas las asociaciones cívicas en un registro.
(Con información de El Nuevo Herald)