Denuncian la brutal golpiza que recibió un cubano, en la localidad de Güines, provincia de Mayabeque, para robarle una moto y un teléfono celular, el hombre cuya identidad no fue revelada, fue atacado con un bate, y terminó hospitalizado de urgencia, tras recibir lesiones en sus ojos, otras partes de su rostro, en la cabeza y en su cuello, informó en redes sociales la usuaria Cinthia Fernández el pasado 15 de noviembre.
Según vídeo divulgado por la misma cibernauta, el rostro de la víctima luce irreconocible, todo inflamado por los golpes.
«Esto fue en el Pitirre, Güines, le cayeron a batazos para robarle la moto, esta es una denuncia de parte de la familia Cuba se hunde en la delincuencia y las autoridades no hacen nada al respecto mientras se pierden los valores», denunció la mujer indignada.
El alza de este tipo de violencia en la Isla no tiene precedentes, sin embargo desde hace poco más de un año hechos como estos se han incrementado de manera considerable, fundamentalmente en los últimos meses, muchos lo achacan a la miseria que se vive al interior del país, donde la mayoría de las personas no tienen garantizado ni siquiera un plato de comida al día.
Si antiguamente el régimen se vanagloriaba afirmando que Cuba era un país en calma, el aumento desmedido de crímenes y robos violentos ha provocado que ya no puedan esconder la lamentable realidad, aunque por supuesto continúan tergiversando las cifras, y son las redes sociales y la prensa independiente el verdadero termómetro de la situación.
No obstante, en reportajes del Noticiero estatal, el oficialismo se ha visto forzado a reconocer el incremento de robos de motocicletas, mediante asaltos en La Mayor de las Antillas, así como otros incidentes de carácter delictivo.
Hechos de esta índole reflejan que en Cuba la policía realmente no trabaja para la prevención y protección del ciudadano, sino para reprimir por razones políticas que puedan poner en peligro a la dictadura que detenta el poder de manera ilegítima desde hace casi 65 años.
