Golpe a los viajes internacionales: EE.UU. cierra puertas a varios países que representan amenazas directas a los estándares de seguridad nacional

Donald Trump y Kristi Noem. Foto: Video de YouTube de Noticias Telemundo

La administración del presidente Donald J. Trump oficializó una nueva política migratoria que marca uno de los mayores endurecimientos en materia de viajes internacionales desde su retorno al poder. La orden ejecutiva establece una prohibición total de entrada para ciudadanos de 12 países y, además, impone restricciones parciales para otras siete naciones, incluidos Cuba y Venezuela.

La medida ya está en vigor y está generando preocupación en gobiernos extranjeros, organizaciones humanitarias y comunidades migrantes radicadas en Estados Unidos.


Los 12 países totalmente vetados

De acuerdo con el anuncio, ciudadanos procedentes de Afganistán, Myanmar, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen tienen ahora prohibido el ingreso a Estados Unidos sin excepción dentro de las visas ordinarias.

Según el Departamento de Seguridad Nacional, estas naciones presentan deficiencias graves en sistemas de verificación de identidad, escasa cooperación en procesos de repatriación, inestabilidad interna y un alto riesgo de documentación fraudulenta. Para la administración Trump, estos factores representan amenazas directas a los estándares de seguridad nacional.

«Acabo de reunirme con el presidente. Recomiendo la prohibición total de viajes a todos los países que han estado inundando nuestra nación de asesinos, sanguijuelas y adictos a las prestaciones sociales», dijo la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem en su cuenta de X recientemente.

Restricciones parciales a Cuba, Venezuela y otros países

Además del veto absoluto, Estados Unidos aplicó limitaciones específicas a Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. Estas restricciones no implican una prohibición total, pero sí establecen obstáculos adicionales para categorías migratorias como visas de turismo, de estudio y de intercambio.


En el caso de Cuba y Venezuela, las solicitudes de visas B1/B2, F, M y J estarán sujetas a un escrutinio más riguroso, lo que podría reducir la aprobación de nuevos visados y aumentar los tiempos de procesamiento consular. Funcionarios estadounidenses explicaron que la medida responde a la necesidad de incrementar la verificación documental y reforzar la cooperación en asuntos migratorios.

«Nuestros antepasados ​​construyeron esta nación con sangre, sudor y un amor inquebrantable por la libertad, no para que invasores extranjeros masacren a nuestros héroes, agoten nuestros impuestos ganados con tanto esfuerzo o nos arrebaten los beneficios que les debemos a los estadounidenses. No los queremos. A ni uno de ellos», agregó Noem.

Excepciones previstas en la nueva política

Aunque la orden define un marco severo, mantiene excepciones para sectores específicos. Los residentes permanentes legales pueden seguir entrando al país sin restricciones adicionales, al igual que las personas con doble nacionalidad, siempre que utilicen un pasaporte de un país no incluido en las listas.

También se contemplan autorizaciones especiales para atletas, artistas y delegaciones oficiales que viajen con motivo de eventos globales, como el Mundial de 2026 o los Juegos Olímpicos de 2028. En casos puntuales, como el de Afganistán, se preservan exenciones humanitarias para quienes colaboraron con fuerzas estadounidenses durante misiones militares.

Justificación oficial basada en seguridad y control migratorio

El gobierno de Trump ha defendido esta política como un paso necesario para proteger al país de riesgos asociados al terrorismo, al fraude documental y a la sobreestadía de visas. La Casa Blanca sostiene que varios de los países incluidos no cumplen los requisitos mínimos de intercambio de datos biométricos, verificación de identidad y cooperación en deportaciones.

Analistas consideran que esta orden constituye una ampliación de la política de 2017 conocida como el “veto musulmán”, pero con un enfoque más amplio que abarca países de África, Medio Oriente, el Caribe y Asia.

El tiroteo en Washington y su impacto en la narrativa de seguridad

El anuncio de esta nueva política de prohibiciones de viaje coincidió con un violento tiroteo ocurrido recientemente en Washington, donde dos oficiales de la Guardia Nacional resultaron gravemente heridos durante un ataque perpetrado en las cercanías de un edificio federal.

El incidente desató un debate inmediato sobre vulnerabilidades en la seguridad interna y alimentó el discurso oficial que insiste en la necesidad de reforzar los controles migratorios.

Según fuentes policiales, el atacante tenía un historial de inestabilidad mental y se desplazaba armado con un rifle semiautomático. Aunque las autoridades no han vinculado el caso directamente con asuntos migratorios, la Casa Blanca aprovechó el episodio para subrayar que “cualquier brecha en los protocolos de seguridad puede ser explotada por actores peligrosos”. El tiroteo también llevó a reforzar temporalmente la presencia de la Guardia Nacional en áreas clave de la capital.

Analistas en seguridad señalan que, aunque los hechos no guardan relación con la política de vetos, la administración suele incorporar este tipo de incidentes en su narrativa para justificar medidas de control más estrictas. La imagen de oficiales heridos en plena capital nacional ha tenido un fuerte impacto mediático y contribuye a que sectores conservadores apoyen con más firmeza la ampliación de restricciones.

Posibilidad de ampliación de la lista en el futuro

La nueva orden ejecutiva establece revisiones periódicas que podrían modificar la lista de países afectados. Esto significa que la administración podría incorporar nuevas naciones si no cumplen los estándares de seguridad exigidos por Washington.

También abre la puerta a que países actualmente bajo restricciones parciales, como Cuba y Venezuela, puedan pasar a un veto total si las autoridades estadounidenses consideran que no existe cooperación suficiente.

Impacto específico en la comunidad cubana

La inclusión de Cuba en el grupo de países con restricciones ha generado inquietud en Miami-Dade, donde reside la mayor comunidad cubana en el exterior. La limitación de visas de turismo y negocios podría complicar los viajes de familiares que visitan a parientes en Estados Unidos, mientras que las restricciones a visas de estudio y de intercambio amenazan con afectar a jóvenes admitidos en universidades o programas académicos.

Además, expertos señalan que la medida podría ralentizar procesos humanitarios, incluidas solicitudes del Programa de Reunificación Familiar y permisos especiales por razones médicas. Líderes comunitarios en el sur de Florida advirtieron que, si la situación se endurece en los próximos meses, Cuba podría eventualmente pasar a la lista de países completamente vetados, lo que tendría un impacto profundo en miles de familias divididas entre ambos países.


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