El gobierno de Cuba impuso condenas de cuatro y dos años y medio de cárcel a dos disidentes bajo cargos de «lesiones» y «desorden público».
Vladimir Morera Bacallao y Jorge Ramírez Calderón fueron condenados a penas de cuatro y dos años y medios de cárcel, respectivamente, informaron familiares y activistas según reporto Martí Noticias.
«El 19 de abril fue la víspera de las llamadas elecciones aquí, y él escribió un grafiti en la puerta de su casa que decía: ‘¡Yo voto por mi libertad, no en unas elecciones donde no pueda elegir mi presidente!'», relató Linares.
Morera Bacallao reside en Manicaragua, Villa Clara, y su activismo se ha visto confrontado por el grado de intolerancia de algunos de sus vecinos que trabajan en la fábrica de armamentos de la localidad, según explicó Linares.
«Eso supone unos niveles de intolerancia muy altos. Parece que la policía tiene una política especial, muy represiva y le hacen un acto de repudio, como a las once de la noche y después entró la Brigada Especial y le rompió la puerta, le tiraron gases lacrimógenos, chapapote…», indicó Linares.
Cuba normalmente detiene de manera temporal a los disidentes pero en algunos casos les impone sanciones fuertes escudados en un código penal sin garantías.
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