La estrategia de reducir considerablemente los impuestos a la propiedad en Florida impulsada por el gobernador Ron DeSantis sigue viento en popa y el objetivo continúa siendo llevarlos hasta el mínimo a pesar de las fuertes discusiones sobre el presupuesto del estado.
El líder político de Florida en una reunión que se realizó el pasado 9 de mayo en la ciudad de Tallahassee respaldó su plan de reembolsar mil millones de dólares a los propietarios de casas en Florida en el presenta año, formando parte de un enfoque sostenido para mitigar el peso fiscal sobre los ciudadanos.
“Esta se supone que es tu propiedad privada, pero aún después de 50 años pagando tu casa, debes seguirle pagando al gobierno solo por vivir en ella. ¿Cuándo llega el momento en que realmente eres dueño de tu hogar, libre y claro? Esto es como pagarle renta perpetua al Estado”, cuestionó el gobernador.
La iniciativa de DeSantis se encuentra con un impedimento constitucional: la imposición de impuestos sobre propiedades es competencia de los gobiernos locales, lo que significa que cualquier esfuerzo por suprimirlos necesitará una modificación a la Constitución estatal, que debe ser respaldada por al menos el 60% de los electores en una votación general.
Frente a esta situación, el gobernador solicitó a la Asamblea Legislativa que elabore una modificación que capte el interés de los votantes y establezca los cimientos para una transformación importante del sistema tributario en Florida.
En ese momento, sugirió una acción rápida: otorgar cheques de $1,000 en diciembre de 2025 a todos los propietarios registrados, destinados a amortiguar los impuestos estatales sobre la educación. Más de 5.1 millones de hogares pudieran obtener ventajas con estos reembolsos según la oficina de DeSantis.
La propuesta generó tensiones con otros representantes estatales como Daniel Pérez, presidente de la Cámara de Representantes de Florida quien prefiere una considerable disminución del impuesto sobre las ventas. “Enviar cheques de $1,000 no es alivio fiscal. Es un regalo puntual, similar a lo que hizo Newsom en California o Biden durante el COVID. Estamos abiertos a recortes fiscales recurrentes, pero esto no lo es”, comentó Pérez.
También añadió que el gobernador de Florida aún no ha ofrecido un esquema concreto para concretar su proyecto mediante los canales legislativos adecuados. La discusión ocurre en un momento en que los parlamentarios buscan alcanzar un consenso sobre el presupuesto antes del primero de julio, momento que marca el inicio del nuevo año fiscal 2025-2026.
Ben Albritton, el presidente del Senado estatal, comunicó que retirará una iniciativa de la Cámara Baja que buscaba implementar una reducción general del impuesto sobre las ventas. Esta decisión se produce tras las objeciones del mismo DeSantis, quien sostuvo que tales políticas benefician más a los visitantes y turistas que a los ciudadanos permanentes.
Albritton mencionó que el Senado comenzará a considerar alternativas de reducción de impuestos específicas, enfocándose especialmente en familias en expansión y en personas mayores que viven permanentemente en Florida.
Ante la falta de avances en las discusiones, la Cámara ha sugerido alargar el periodo legislativo hasta el 30 de junio, buscando así un margen adicional para perfeccionar los pormenores del presupuesto y abordar la polémica iniciativa fiscal presentada por el gobernador. DeSantis, que posee la autoridad para vetar partes del presupuesto, tomará la decisión final si no se logra un acuerdo definido en la Asamblea Legislativa.