El huracán Gabrielle se convirtió este lunes en el segundo ciclón de la temporada 2025 en la cuenca del Atlántico, según confirmó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés). El fenómeno meteorológico alcanzó vientos máximos sostenidos de 120 km/h y se desplaza en dirección oeste-noroeste a unos 20 km/h, con su centro ubicado a varios cientos de kilómetros al sureste de las islas Bermudas.
Aunque por ahora no representa peligro directo para ningún país de la región de América el sistema genera condiciones adversas en el mar, con fuertes oleajes y ráfagas de viento que afectan principalmente a la navegación en aguas abiertas.
Dos ondas tropicales bajo observación
El NHC también mantiene la atención sobre dos ondas tropicales que podrían evolucionar en los próximos días. La primera onda, localizada entre las islas de Cabo Verde y las Antillas Menores, ha mostrado una mejor organización de lluvias y tormentas eléctricas. Los modelos de pronóstico indican que podría convertirse en depresión tropical hacia mediados o finales de esta semana, con una probabilidad de desarrollo del 20 % en 48 horas y hasta 70 % en los próximos siete días.
La segunda onda, situada al este de las islas de Barlovento, presenta actividad desorganizada. Aun así, los meteorólogos no descartan que incremente su fuerza conforme avance hacia el noroeste. Su probabilidad de desarrollo es de 10 % en dos días y 40 % en siete días. Este panorama refleja que la actividad ciclónica en el Atlántico se encuentra en plena fase de dinamismo, propia del mes de septiembre, considerado históricamente el período más intenso de la temporada.
El meteorólogo cubano Jorge Félix Hernández señaló que Las circunstancias meteorológicas responden a la fase más dinámica de la temporada ciclónica, con altas probabilidades de que surjan nuevos eventos en las próximas semanas.
Por su parte, el destacado meteorólogo José Rubiera explicó que el ciclón avanza con rumbo norte-noroeste y norte, pasando este lunes por los mares al este de Bermudas, donde se espera un incremento de las fuertes marejadas.
También advirtió que esas marejadas impactarán en la costa oriental de Estados Unidos, desde Carolina del Norte hasta el noreste del país, así como en la costa atlántica de Canadá en los primeros días de la semana.
El especialista subrayó el peligro de las corrientes de resaca que se generan con estos fenómenos, consideradas altamente riesgosas para quienes se encuentren en el agua, aun cuando Gabrielle no toque tierra de forma directa.
La fase más activa de la temporada ciclónica
La temporada de huracanes del Atlántico comenzó el 1 de junio y se extenderá oficialmente hasta el 30 de noviembre. Septiembre y octubre son tradicionalmente los meses de mayor formación de ciclones debido a la combinación de aguas cálidas, humedad abundante y condiciones atmosféricas propicias para la intensificación de tormentas.
El meteorólogo cubano Jorge Félix Hernández subrayó que, aunque Gabrielle no constituye una amenaza inmediata para comunidades costeras, debe ser observado de cerca por los intereses marítimos. Además, advirtió que las ondas tropicales en desarrollo podrían marcar el inicio de un período más activo, con potencial impacto en el Caribe y el sureste de Estados Unidos.
Contexto: un Atlántico vigilado
El 2025 se perfila como una temporada de actividad superior al promedio, según pronósticos iniciales. Esto se debe a la persistencia de temperaturas oceánicas más cálidas de lo normal y a la posible reducción de la influencia de vientos cortantes, factores que favorecen la organización y fortalecimiento de sistemas tropicales.
En años recientes, la región del Caribe, el Golfo de México y la costa este de Estados Unidos han enfrentado ciclones que, aunque se formaron lejos de tierra, modificaron sus trayectorias en cuestión de días. De ahí la insistencia de los expertos en mantener una vigilancia constante.
Recomendaciones a la población
Las autoridades recomiendan seguir los avisos oficiales del Centro Nacional de Huracanes y de los servicios meteorológicos locales. Evitar la desinformación en redes sociales y confirmar datos en fuentes confiables, tomar precauciones marítimas en áreas cercanas al trayecto de Gabrielle, así como mantenerse atentos al desarrollo de las ondas tropicales, especialmente la que avanza hacia las Antillas Menores.
Desenlace: incertidumbre en un mar activo
Aunque Gabrielle avanza sin amenazar directamente a comunidades costeras, su formación confirma que la temporada ciclónica ha entrado en un punto crítico. Con dos ondas tropicales en observación y condiciones atmosféricas favorables, el Atlántico podría registrar nuevos desarrollos en las próximas semanas.
La experiencia de temporadas anteriores demuestra que un sistema aparentemente inofensivo puede intensificarse en poco tiempo y cambiar su trayectoria. Por eso, la vigilancia constante y la preparación siguen siendo las herramientas más efectivas para reducir riesgos frente a la naturaleza impredecible de los huracanes.