Flash de Playoffs: ¡No habrá barrida! Los Alazanes comenzaron a galopar en casa

Lo que pudo ser un 3-0 a favor de los Leñadores de Las Tunas en la final de la 57 Serie Nacional de Béisbol de Cuba, se convirtió en un 2-1, después de la respuesta ofensiva de los Alazanes de Granma en la victoria por 10-6 de este martes en el estadio Mártires de Barbados.


Los granmenses llenaron su estadio y le brindaron apoyo a su equipo, así que este miércoles saldrán a defender un empate 2-2 con su as de rotación, el derecho Lázaro Blanco. Pero los Leñadores todavía tienen la ventaja y con un triunfo pondrían la serie 3-1, a punto de mate. Para ello, dependerán del zurdo Luis Ángel Gómez, quien ha lanzado para 8.44 ERA esta campaña al enfrentarse con los Alazanes de Granma.

Antes del juego, esta era la nota más destacada: Solo dos equipos habían resurgido de las cenizas de un 0-2 en finales del béisbol cubano: Santiago de Cuba vs Industriales en 1999, con aquella “Aplanadora” que silenció el estadio Latinoamericano, y los propios Azules, pero en casa ajena, rompiendo miles de corazones en el parque Augusto César Sandino contra Villa Clara en 2010. Así pues, quizás a expensas de ese corto historial de apenas dos conjuntos de 16 que han revertido el 0-2, la fanaticada a los Alazanes no le interesó más que llenar su estadio y darle manivela al carrusel de la esperanza: ¡Bien por ese público! Sus peloteros no le hicieron quedar mal —al menos por el Juego 3 de esta final beisbolera—.

Al tercer pitcheo después del ¡playball!, el derecho Alaín Sánchez golpeó al leadoff hitter de los Leñadores, ese motor impulsor en la proa que responde al nombre de Yuniesky Larduet. Cinco lances más, y Jorge Yhonson tomaba un boleto en 3-1, para dar paso a Danel Castro, ese hombre de 41 años y 29 empujadas del empate o la ventaja. En apenas ocho pitcheos, ya el villaclareño estaba en ardiendo en el box, y el manager Carlos Martí enviaba a dos lanzadores a calentar en el bullpen, el zurdo Leandro Martínez y el derecho César García —que alardeó de su curva en un relevo que pareció intrascendente en el Juego 2—. Danel cayó en dos strikes, con el siguiente pitcheo elevó al center field, y entonces la mecánica de los corredores de Las Tunas demostró una gran conexión entre los coach, la situación de juego y la concentración: Roel atrapó la pelota y amagó en tirar a tercera, pero se privó y entonces Yhonson se le coló en la intermedia. Esa es una acción que vale destacar, pues se ve poco, no solo en este béisbol, sino en cualquiera.

Con par de corredores en posición de anotar, Sánchez tuvo que caminar de manera intencional a Yosvany Alarcón. Daba vueltas en el box y se pasaba el guante por el rostro… ¿Cómo saldría de ese momento tan difícil? Obviamente, con la mejor fórmula, lanzando strikes: Retiró al primer pitcheo a Alexander Ayala en un rodado perfecto para doble play, pero Yordan Manduley mofó la pelota con bases llenas. Después de una bola, Alaín buscó de nuevo la zona y Yunior Paumier le saltó un lineazo de hit al right center. Los Leñadores encabezaban el camino 2-0.

El otro lado del montículo, Vladimir Baños subía a la lomita después de aquel enorme jonrón que le pegó Eriel Sánchez con Industriales en el Juego 6 de la semifinal. Se veía distante de la zona de strike y poco atacador, así que resultó una presa fácil para los Alazanes de Granma, que cabalgaron temprano sobre sus envíos. Vale destacar con mayúsculas, la disposición de ese pelotero fuera de liga que se llama Alfredo Despaigne, quien pidió ser colocado a la defensiva en el left field para que Martí pudiera activar a Lázaro Cedeño —líder jonronero de la etapa regular— como designado. Ese gesto fue, a mi juicio, totalmente inspirador.


Roel Santos bateó un hit de línea al left field en el primer pitcheo, se robó segunda y en el siguiente lanzamiento llegó a tercera por wild pitch, desde donde Manduley lo remolcó con un cohete al center. Desde entonces, el único out que pudo sacar Vladimir Baños fue contra Alfredo Despaigne, que elevó de sacrificio al jardín derecho. Guillermo Avilés y Lázaro Cedeño halaron a gusto, Carlos Benítez tomó un boleto y, cuando parecía que Raúl González estaba en el hoyo en cuenta de 1-2, Baños erró con un pitcheo pegado muy manso y el avileño desapareció la pelota por el left fiel: Rally de seis en el primer episodio, con una algarabía que estremeció el Mártires de Barbados.

El juego estuvo prácticamente decidido en la primera entrada, aunque los Leñadores no se dieron por vencidos y atacaron todo el tiempo al abridor Sánchez, con nueve hits y cinco carreras en 6.2 innings. De otro lado, el joven relevista zurdo Ángel Sánchez respondió a la oportunidad de su mentor Pablo Civil —aunque Las Tunas estaba debajo en el pizarrón— y se comportó guapo ante la desventaja, retirando a 15 del segundo al séptimo, sin admitir rayitas con un ponche y apenas cinco hits en 18 turnos. Un hit de fly de Lázaro Cedeño produjo la séptima en la parte baja del segundo capítulo, una carrera que habría sido suficiente, sobre todo porque dos de los tres jonrones de los tuneros no encontraron corredores en bases, los de Danel Castro (en el séptimo) y Yordanis Alarcón (en el octavo), a diferencia del cohetón de Rafael Viñales en el cuarto round por la banda contraria.

Raidel Martínez sacó los últimos siete outs, combinando con todo su amplio repertorio, cuando Danel tenía el empate en sus muñecas con dos fuera en el octavo capítulo. El talentoso derecho le tiró dos curvas para llevarlo a dos strikes, y luego le mandó un dardo bien pegado a más de 93 mph. Los Alazanes anotarían el puntillazo en el final del octavo, por una línea al medio del parque de Raúl González (que se fue de 5-2 con doblete, jonrón y cuatro empujadas), que Larduet intentó llevarse lanzándose hacia delante, pero su esfuerzo fue en vano y Benítez se coló de primera a home.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *