Familiares de migrantes que permanecen en el centro de detención de Krome del condado Miami-Dade, desmintieron las declaraciones del congresista cubanoamericano Carlos Giménez sobre las condiciones de la instalación, recogió Univisión 23.
De acuerdo a testimonios de los familiares que reprodujo el canal hispano, los migrantes carecen de higiene, prácticamente no tienen accesos a servicios básicos y se encuentran hacinados en el centro de detención.
«Están durmiendo en el piso 62 personas, en un espacio donde no caben. El lunes le dieron por primera vez un cepillo de dientes. Es inhumano», reveló la esposa de Yuniel Abreu, un migrante cubano con formulario I-220A que fue detenido por ICE cuando asistió a su cita en corte.
«Hay más de 120 personas en una habitación, no tienen dónde dormir, algunos están durmiendo en el piso, sentados, en catres, no hay literas para todos», indicó por su parte, Laura García, esposa de Yordani López, otro cubano detenido cuando su caso fue desestimado en corte.
Sin embargo, el legislador republicano tras una visita a Krome, aseguró la semana pasada que no vio «nada deplorable allí».
«Es un centro de detención, no un hotel», puntualizó, al tiempo que detallaba los detenidos en ese centro contaban con «suficiente espacio para baños y duchas» y «buena comida».
No obstante, familiares de los detenidos acusan a Giménez de ignorar la realidad al no reunirse con los migrantes que se encuentran presos allí.
«Más de 100 personas en un cubículo reducido», lamentó Lilian, otra mujer, cuyo esposo ingresó a Krome el pasado 17 de junio y solo ha podido acceder en dos ocasiones a las duchas. La entrevistada también se quejó de que su pareja apenas recibe alimentos.
A inicios de este mes, los migrantes detenidos en Krome usaron sábanas para formar un SOS que se podía ver desde el aire, como pedido de auxilio para evitar la deportación y como protesta por las condiciones supuestamente inhumanas del centro de detención.
Fundado en los años ’70 como el primer centro de detención para refugiados cubanos y haitianos, la cárcel de migrantes de Krome ha encendido las alarmas una y otra vez a lo largo de su historia por sus malos tratos a migrantes.
Originalmente diseñado para albergar unas 600 personas, actualmente se estima tenga unos 1.700 migrantes detenidos. Y desde abril pasado las denuncias de abusos y de confinamiento han ido en aumento nuevamente, a medida que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) incrementa sus operativos.
Mientras tanto, la agencia federal de Estados Unidos rechaza los reportes, calificándolos de “alarma falsa”, y alega que el hacinamiento es “temporal” mientras gestionan traslados.