
En un hecho sin precedentes recientes, el Gobierno de Cuba extraditó a México al ciudadano chino Zhi Dong Zhang, alias “Brother Wang”, considerado uno de los operadores internacionales más influyentes del narcotráfico transnacional. Su entrega, confirmada por medios oficiales mexicanos y fuentes diplomáticas, representa un giro inesperado en la tradicional política judicial de La Habana, que rara vez accede a transferir detenidos extranjeros a terceros países.
«Ante una solicitud formal de extradición y por decisión del gobierno cubano, el ciudadano chino, Zhi Dong Zhang, fue entregado a las autoridades del gobierno de México. Este individuo había sido detenido en Cuba el 31 de julio de 2025, por delitos cometidos en el territorio nacional de Falsificación de documentos y Tráfico de personas, previstos en el Código Penal cubano, y se encontraba bajo la medida cautelar de prisión provisional», dijo el Ministerio del Interior de la isla caribeña en un comunicado publicado en su cuenta de Facebook este jueves.
El comunicado indica que el hombre se mantenía prófugo desde julio, mes en que logró escapar de las autoridades mexicanas mientras cumplía una condena por cargos asociados al narcotráfico internacional.
Quién es “Brother Wang” y por qué lo buscaban
Zhang, de 45 años, es señalado por agencias de inteligencia de varios países como un intermediario clave entre laboratorios asiáticos de precursores químicos y los grandes cárteles latinoamericanos, especialmente el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Su papel habría consistido en facilitar la importación ilegal de fentanilo, metanfetaminas y cocaína hacia Norteamérica, usando una red de empresas fantasma, transferencias electrónicas encubiertas y cargamentos disfrazados de productos legales.
Las autoridades cubanas lo detuvieron el 31 de julio de 2025 en La Habana, bajo cargos locales de falsificación de documentos y tráfico de personas. En el momento del arresto, portaba pasaportes falsos de varios países y se hacía pasar por empresario turístico. Tras su captura, México presentó una solicitud formal de extradición, alegando que Zhang era requerido por delitos de narcotráfico, asociación delictiva y lavado de activos.
La extradición: un movimiento poco común en Cuba
La decisión del gobierno cubano de entregarlo a México marca una excepción a su política habitual de no extraditar detenidos extranjeros salvo en casos de cooperación puntual. Expertos en derecho internacional ven el caso como una señal de mayor acercamiento entre Cuba y México en materia de seguridad, en un contexto regional donde las rutas del narcotráfico se han desplazado hacia el Caribe ante el refuerzo de controles en Centroamérica.
Según fuentes consultadas por medios latinoamericanos, agencias antidrogas de México, China y Estados Unidos colaboraron en la investigación que llevó a la captura de Zhang, quien habría estado operando desde el Caribe y Centroamérica tras escapar de una redada en Guangdong en 2022.
Vínculos con los cárteles mexicanos y el tráfico de fentanilo
Los informes de inteligencia atribuyen a “Brother Wang” la coordinación logística de cargamentos de fentanilo fabricados en Asia y enviados a México, donde los cárteles locales los mezclaban o redistribuían hacia Estados Unidos. El fentanilo, una sustancia hasta 50 veces más potente que la heroína, ha sido señalado por las autoridades norteamericanas como el epicentro de la crisis de sobredosis que causa más de 70,000 muertes anuales en EE. UU.
De acuerdo con la Fiscalía mexicana, Zhang blanqueó millones de dólares mediante operaciones financieras en bancos de Hong Kong, Panamá y Belice, y usó compañías registradas en el Caribe para camuflar los fondos del narcotráfico.
Una posible extradición a Estados Unidos
Fuentes diplomáticas anticipan que, tras su entrega a México, el capo podría ser extraditado posteriormente a Estados Unidos, donde enfrenta cargos federales por tráfico de drogas, lavado de dinero y conspiración criminal. La DEA habría seguido sus movimientos durante más de cinco años y lo considera un enlace estratégico entre Asia y América Latina en el comercio ilegal de fentanilo.
Washington ha expresado interés en su procesamiento, destacando que su arresto podría desmantelar parte de las rutas marítimas del Caribe usadas para transportar sustancias químicas y drogas sintéticas.
Repercusiones regionales y políticas
La extradición de “Brother Wang” ha generado debate político y geoestratégico. En Cuba, algunos observadores ven el hecho como un intento de mejorar su imagen internacional y demostrar voluntad de cooperar en temas de crimen organizado y seguridad transnacional. Otros analistas sostienen que el gesto podría fortalecer los lazos con México, un socio económico clave en medio del aislamiento diplomático que enfrenta el régimen cubano.
Además, el caso reaviva la preocupación por el uso del Caribe como nueva zona de tránsito del narcotráfico. Informes recientes del Observatorio de Drogas de la ONU advierten que las rutas marítimas que rodean a Cuba, Haití y República Dominicana se han convertido en corredores alternativos para las organizaciones criminales debido al incremento de controles en el istmo centroamericano.
Un precedente que podría marcar tendencia
La cooperación judicial mostrada en este caso podría abrir la puerta a futuros acuerdos bilaterales de seguridad entre La Habana y otros gobiernos de la región. Sin embargo, diplomáticos y expertos advierten que la transparencia de los procesos judiciales en Cuba sigue siendo limitada, lo que complica la evaluación del alcance real de esta extradición.
Mientras tanto, el destino de “Brother Wang” podría determinar no solo el desenlace de una extensa red criminal, sino también el nivel de confianza que las potencias occidentales están dispuestas a concederle a Cuba en la lucha global contra el narcotráfico.





