Estados Unidos niega visado al equipo femenino cubano de voleibol

El equipo nacional femenino de voleibol de Cuba recibió la noticia de que Estados Unidos les negó las visas necesarias para viajar a Manatí, Puerto Rico a 12 atletas, varios entrenadores y un árbitro, donde debían participar en el NORCECA Women’s Final Four, un torneo clave en el calendario internacional.

La exclusión del certamen, en el que compiten también Puerto Rico, México y Costa Rica, deja a Cuba sin la posibilidad de sumar puntos valiosos para el ranking mundial y para la clasificación a la Volleyball Nations League, una de las vitrinas más importantes del voleibol femenino.


“Es una decepción enorme. Me he preparado para esto durante mucho tiempo”, confesó con frustración Laura Suárez, una de las jugadoras afectadas, quien junto a sus compañeras se quedó esperando un permiso que nunca llegó. Dayana Martínez, otra de las atletas, subrayó que “este torneo es esencial para subir en el ranking”, una escalera que ahora se ve mucho más empinada.

Para Wilfredo Robinson, entrenador del equipo, las implicaciones van más allá de este torneo. “En septiembre tenemos otro evento clave. Sin los puntos de Puerto Rico, podríamos necesitar entre 80 o 100 puntos más para mantenernos competitivos”, explicó, advirtiendo que el futuro del equipo en competencias como el Mundial o incluso los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 está en juego.

El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla reaccionó a la negativa de visas y en su cuenta de X escribió: «Denegación de visados por gobierno EEUU a equipo voleibol femenino Cuba para torneo en Puerto Rico, es parte de lista racista y xenófoba de restricciones visas”.

La negativa de las visas está vinculada a una política migratoria implementada recientemente por Estados Unidos, que incluye a Cuba en una lista de doce países cuyos ciudadanos enfrentan restricciones de visado por supuestas razones de seguridad fronteriza y protección ciudadana. Esta medida, vigente desde junio, ha generado un profundo malestar en La Habana.

El impacto es doblemente doloroso para las deportistas, acostumbradas a lidiar con carencias materiales y limitaciones logísticas, pero siempre aferradas a la ilusión de competir. Esta vez, ni su talento ni su sacrificio bastaron para abrir la puerta hacia la cancha.


La embajada de EE.UU en La Habana informó a The Associated Press que sus políticas migratorias en algunos casos no se podían publicar, pero se están tomando medidas para asegurar las fronteras y a los ciudadanos estadounidenses.

Mientras tanto, el torneo en Puerto Rico continuará sin la presencia cubana, dejando vacante no solo un lugar en la competición, sino también una porción de la historia deportiva que estas jugadoras ansiaban escribir. Con vistas a los Juegos olímpicos de 2028 en Los Ángeles es probable que muchos otros equipos de la isla que dependen de participar en eventos en EE.UU pases por una situación similar teniendo en cuenta las políticas migratorias de esta nueva administración.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *