Estados Unidos deporta a 89 cubanos en sexto vuelo de repatriación bajo el mandato de Trump

Un nuevo vuelo de deportación procedente de Estados Unidos aterrizó este martes en La Habana con 89 ciudadanos cubanos a bordo, marcando el sexto operativo de repatriación masiva hacia la isla en lo que va de año bajo la administración del presidente Donald Trump.

Según informaron fuentes oficiales, del total de deportados, 76 eran hombres, 12 mujeres y un menor de edad. Con este vuelo, ya suman 676 los cubanos deportados desde EE.UU. en 2025, en el marco de una renovada política migratoria más estricta impulsada por el gobierno estadounidense tras el regreso de Trump a la Casa Blanca.

El vuelo de este martes se produce pocas semanas después del mayor operativo del año, ocurrido el 30 de mayo, cuando 130 cubanos fueron retornados en un solo vuelo. La tendencia al incremento en las deportaciones coincide con la suspensión indefinida de las conversaciones migratorias entre Washington y La Habana, anunciada en abril, lo que ha tensado aún más las ya deterioradas relaciones diplomáticas entre ambos países.

La administración Trump ha retomado medidas que limitan significativamente las vías legales para los migrantes cubanos, incluyendo la reactivación de vuelos masivos de deportación y la revisión de permisos humanitarios. Estas acciones han generado gran preocupación entre las comunidades migrantes, así como entre los defensores de los derechos humanos.

Actualmente, más de 42.000 cubanos en Estados Unidos cuentan con órdenes definitivas de deportación. Aunque muchos de ellos se encuentran bajo supervisión y no han sido repatriados por diversos factores, el gobierno cubano ha manifestado su negativa a aceptar el regreso de personas con antecedentes penales o que llevan años fuera del país, especialmente desde antes de 2017.

Ante la complejidad de estos casos, las autoridades migratorias estadounidenses estarían evaluando opciones como la deportación a terceros países, entre ellos Sudán del Sur, lo cual ha generado controversia legal y humanitaria.

Este nuevo vuelo refuerza la línea dura adoptada por Washington en materia migratoria y plantea un futuro incierto para miles de cubanos que permanecen en territorio estadounidense con procesos migratorios pendientes o en condición irregular.